"el oro es tesoro", escribió Cirstóbal Colón en su testamento el jueves 22 de febrero de 1498.
"repertorio áureo y muy útil", dijo Montalvo de "la Pelegrina", editada en Sevilla aquel año de 1498, obra del ilustre jurisconsulto Don Gonzalo de Bustamante, obispo de Segovia, que, con Don Vicente Arias de Balboa, obispo de Plasencia, opinaron sobre la sucesión de la corona de Aragón, vacante en 1412 por la muerte del rey don Martín el Humano.
Cristóbal Colón dice, temiendo la falta de herederos legítimos varones de su linaje:
"y si esto acaeciere (que Dios no lo quiera), que en tal caso lo haya la mujer más llegada en duedo y en sangre legítima a la persona que así había logrado el dicho mayorazgo".
Dada la muerte de los hijos varones de Pero Niño en vida de éste, la mayorazga del Conde de Buelna fue su hija Doña María Niño Portugal, casada con el Mariscal de Castilla Garci González de Herrera Enríquez, Señor de Pedraza (Segovia), nieto por línea materna del Almirante Don Alonso Enríquez, Señor de Medina de Rioseco (Valladolid), y de doña Juana de Mendoza Ayala, la Ricahembra, y por la de Herrera del mariscal de su nombre que fue criado por Don Sancho, el conde de Alburquerque y suegro de Don Fernando de Antequera. Dice Pérez de Guzmán que Herrera el Viejo era hombre melancólico y triste y que el conde Don Sancho, que lo crió y amó mucho, decía de él: "el nublado de Garci González siempre está igual". Y a propósito de que era mujeriego y que amó a muchas mujeres dice: "E es bien de maravillar que franqueza y amores, dos propiedades que requieren alegría e plazer, que las oviese onbre tan triste e tan enojoso".
Don Pero González de Mendoza, el padre de la Ricahembra, murió en la batalla de Aljubarrota y le hicieron un romance que comienza diciendo: "Si el caballo vos han muerto". Sobre este asunto Vélez de Guevara escribió su comedia "Si el caballo vos han muerto", que se imprimió también a nombre de Lope de Vega.
"por esta primera de pollinos", escribía Don Quijote desde Sierra Morena (cap. XXV) y del antiguo y noble linaje de POLLINO de Medina del Campo era Garci Rodriguez de Montalvo, que en 1495 adaptaba el Amadís de Gaula y parece que todavía vivía cuando se editó la obra en Zaragoza en 1508. La isla de California de las Sergas de Esplandián, obra de Montalvo que tenían Don Fernando Colón Enríquez y Don Quijote, dio nombre a parte de la costa de Estados Unidos y Méjico.
Cuatro capítulos después, Sancho le responde al Cura: "No hay duda en eso; que yo he visto a muchos tomar el apellido y alcurnia del lugar donde nacieron, llamándose Pedro de Alcalá, Juan de Úbeda y Diego de Valladolid, y esto mismo se debe usar allá en Guinea: tomar las reinas los nombres de sus reinos."
¿Leería Cristóbal Colón la Pelegrina de Don Gonzalo de Bustamante en 1498?
Bustamante la escribió en nuestra lengua romance y Bonifacio Pérez de Lisboa la trudujo al latín: "Bonifacius filius quondam Petri Garsiae alixibonensis civitatis in regno Portugallie et serenissime domine Joanne regine Castelle et Legionis auditor".
"E plugo a Nuestro Señor Todopoderoso que en el año de noventa y dos descubriese la tierra firme de las indias y muchas islas, entre las cuales es la Española, que los indios de ella llaman Ayte (Ahití) y los monicongos de Cipango", dice en su testamento el jueves 22 de febrero de 1498. Monicongos, o sea, los reyes o señores de los reinos africanos de Guinea o Congo.
La familia de Garci Montalvo aparecía en 1469 vinculada a los Reyes Católicos y relacionada con Gutierre de Cárdenas, maestresala de Isabel y medianero en la boda de ésta con Don Fernando de Aragón, y el linaje de Cárdenas da nombre a Cardenio, el Roto, que promete a Dorotea no desampararla hasta verla en poder de Don Fernando (cap. XXIX). El nombre de Dorotea era muy familiar para el Conde de Buelna, pues en El Victorial o libro de su historia se incluye la de Bruto y Dorotea.
Michele de Cuneo, que navegó con Colón y le consideró el hombre más esforzado y conocedor del arte de navegar, dijo de él: "con ver una nube o una estrella de noche ya puede predecir el tiempo", y esto es lo que Crisóstomo compartía con él. Esto lo sabemos porque se lo dice a Don Quijote un cabrero llamado Pedro que no reparaba en "niñerías" y este Crisóstomo mandaba en su testamento que le enterrasen en el campo como si fuera moro, cosa que dejó al pueblo sorprendido. Quería que le enterrasen en la Fuente del Alcornoque, donde conoció un día a su amada Marcela, que está en la comarca de Almodóvar del Campo de la provincia de Ciudad Real, es decir, en un paso obligado para ir de Castilla a Andalucía y camino real de la plata más corto entre Toledo y Córdoba, las dos ciudades claves de la historia medieval de España.
Y en Córdoba nació Fernando Colón en 1488 y en Córdoba vivió y murió después el Inca Garcilaso y allí crió éste personalmente un caballo que ganó la exposición de Montilla, y Don Quijote dice al moro Don Álvaro Tarfe: "Rocinante, señor, el mejor caballo es, que se ha criado en Córdoba".Incluso se dice que Rocinante era de naturaleza algo astrólogo. ¿Tenía Rocinante sangre árabe e hispana?¿Era mestizo como el Inca Garcilaso?
El linaje de Garcilaso era el materno de Pero Niño y de Don Íñigo López de Mendoza, el primer marqués de Santillana, y del linaje de los Tarfe era el moro Aliatarfe que dice: "Pienso, Cegrino, fuerte, no dejallos hasta llegar a do los lleva el miedo, a Córdoba me animan sus caballos, y sus bellas mujeres a Toledo". Dejando ahora a un lado que Antonio Pérez alabó la belleza de las mujeres toledanas y que sus hijos se apellidaron Córdoba, sabemos por Pero Niño y después por Cristóbal Colón que el miedo los llevaba a Santa María de Guadalupe:
"la gente fazían oraçiones e votos a Dios e a los santos que los librase, e hecharon romería para Santa María de Guadalupe", dice El Victorial (cap. 40). Y el lunes 14 de febrero de 1493 Colón "ordenó que se echase un romero que fuese a Santa María de Guadalupe y llevase un cirio de cinco libras de cera" , porque temían que no iban a sobrevivir a aquella tempestad, y le tocó a él, "y desde luego se tuvo por romero y deudor de ir a cumplir el voto".
El rey Juan I de Castilla reclamaba el trono portugués a la muerte del rey Fernando I de Portugal por ser hija de éste su esposa Doña Beatriz de Portugal, que fue cuando Don Pedro González de Mendoza murió en la batalla de Aljubarrota, y el rey Alfonso V de Portugal reclamaba el trono de Castilla para su mujer y sobrina Doña Juana la Beltraneja, hija del rey Enrique IV de Castilla, y fue derrotado en Toro por las tropas de Don Fernando de Aragón.
Alfonso V de Portugal "el Africano" era el padre del rey Juan II de Portugal que escribía a Colón como Señor de Guinea.
Juan II de Castilla, padre de la Reina Católica, murió en 1454, es decir, poco después que Pero Niño, y Pérez de Guzmán dice de él: "nunca tuvo color nin sabor de rey sino siempre regido e governado; ca, aun después de muerto su condestable don Álvaro de Luna, sobre el cual bivió poco más de un año, le rigió e governó Lope de Barrientos, obispo de Cuenca, e fray Gonçalo de Illescas, prior de Guadalupa". Y Barrientos era el apellido materno de Baltasar Álamos y Garci Montalvo era del linaje de Pollino y Gutierre de Cárdenas gestionaba el matrimonio de Isabel la Católica, y la carta a Dulcinea y la libranza de los pollinos Don Quijote pensaba escribirla en el librillo de Cardenio porque no tenía otro papel en qué hacerlo:
"Mas me ha venido a la memoria dónde será bien escribilla; que es en el libro de memoria que fue de Cardenio (...) Pues ¿qué se ha de hacer con la firma- dijo Sancho.
- Nunca las cartas de Amadís se firmaron -respondió Don Quijote.
- Está bien -respondió Sancho-, pero la libranza forzosamente se ha de firmar, y ésa si se traslada, dirán que la firma es falsa, y quedaréme sin pollinos.
- La libranza irá en el mismo librillo firmada; que en viéndola mi sobrina, no pondrá dificultad en cumplilla" (cap. XXV).
Cardenio era amigo de Don Fernando Girón, hijo del duque de Osuna, y de este linaje fue Don Pedro Girón, Señor de Ureña (del partido judicial de Daimiel/Ciudad Real) por concesión del rey Enrique IV de Castilla, padre de la Beltraneja, del que fue paje y más tarde su Camarero Mayor, por cédula otorgada en Medina del Campo el 25 de junio de 1445. Era hermano de Don Juan Pacheco, marqués de Villena, que se crió en el palacio con el rey Enrique IV, monarca que legitimó por Real cédula del 30 de abril de 1459 a Don Alonso Téllez Girón, que recibió el cuantioso mayorazgo de su padre, Señor de Osuna, Gelves, Morón de la Frontera, Archidona, y un montón de villas más, y se casó con Doña Blanca Herrera Niño, nieta del Conde de Buelna. Murió muy joven y Blanca Herrera Niño se casó en segundas nupcias con Don Bernardino Fernández de Velasco, primer Duque de Frías. Y en la casa de Girón nos encontramos con una María de Tovar casada con un Ximénez de Cisneros que tiene que ser la madre de Antonio Pérez pues ello explica que su hijo Gonzalo pleitease con el hijo del conde de Altamira.
Doña María Girón y Guzmán pretendió suceder a su padre en el mayorazgo, pese a la estricta masculinidad que prescribía su fundación, y fue derrotada por su tío Don Juan Téllez Girón.
Se casó con Juan Sancho de Tovar y Velasco, que era hijo de Doña María deTovar, señora de Berlanga, y de Íñigo Fernández de Velasco Mendoza.
Doña María Girón Guzmán era hija Don Pedro Girón Velasco, III Conde de Ureña, y de Doña Mencía de Guzmán Velasco, hija de Don Juan Alonso de Guzmán Velasco, III Duque de Medina Sidonia, y de Doña Isabel de Velasco Mendoza, hija de Don Pedro Fernández de Velasco, II Conde de Haro y VI Condestable de Castilla, y Doña Mencía de Mendoza Suárez de Figueroa, hija del I Marqués de Santillana.
Por esa vinculación que tienen en sus orígenes los Girón y con los Cisneros y Ceballos es por lo que la Enciclopedia García Carraffa incluye información de los Cisneros (linaje de la abuela materna del Marqués de Santillana) y de los Ceballos en el linaje Girón. Dice que los Ceballos de Murcia y de Guadalupe eran originarios del Corral Mayor de Cieza (no de la murciana Cieza sino de Cieza cántabra o del Collado de Cieza que circunda el Valle de Buelna y que fue señorío de la casa de la Vega y de Pero Niño, por hijo de Inés Laso de la Vega).
En la rama del Cardenal Cisneros dice que García de Villarroel Ximénez de Cisneros, Adelantado de Cazorla y Gobernador de Orán, se casó tres veces, siendo sus esposas:
1ª Juana Ximénez de Cisneros, su sobrina.
2ª Beatriz de Luján, de quien no se sabe si tuvo sucesión.
3ª Mencía de Quiñones (hija de Alonso Pérez de Vivero, II Vizconde de Altamira, y de Doña Elvira de Bazán, su segunda mujer).
Y como esta tercera esposa se llamaba la que menciona Sancho en casa de los Duques:
"Convidó un hidalgo de mi pueblo, muy rico y principal, porque venía de los Álamos de Medina del Campo, que se casó con Doña Mencía de Quiñones, hija de don Alonso Marañón, éste de ascendencia morisca" (cap.II, XXXI).
Y en esta rama de Cisneros que aparece el título de Vizconde de Altamira -casa y título que disputó privilegios con el hijo de Antonio Pérez- nos encontramos con una María Tovar, que es como dijo el Regente Torralba que se llamaba la madre de Antonio Pérez:
"García Ximénez de Cisneros Bayona sucedió a sus padres y algunos autores dicen que se casó con doña María de Tovar y fueron padres de María Ximénez de Cisneros Tovar, mujer de Alonso Moscoso.
La madre de Antonio Pérez no sería esta María Tovar, pero sí del mismo tronco, pues dice que Luis Bravo de Lagunas Cisneros heredó las casas de sus padres, que murió en Cisneros el 13 de octubre de 1581 estando casado con Doña Isabel de Acuña, hija de Pedro de Acuña y Felipa Niño de Castro, pues este Luis sería rebisnieto de dicha María Tovar.
El almirante francés Robín de Bracamonte y su esposa Doña Inés Mendoza Ayala fueron padres de Luis, Juan, Juana y Aldonza Bracamonte Mendoza. De los hijos varonces no hay descendencia en España, sólamente la que dejó Juana, la mayor de sus hijas. Y esta Juana de Bracamonte Mendoza se casó en Ávila con Álvaro Dávila, Señor de Peñaranda y Fuente el Sol (Medina del campo), Camarero Mayor del rey Fernando I de Aragón y su mariscal, anteponiendo los ocho hijos del matrimonio el apellido materno.
Doña Leonor Bracamonte Dávila, la sexta de los hijos, se casó con Don Fernán Sánchez de Alvarado, Señor de la casa de su apellido en la Montaña. Y Juana de Bracamonte Dávila, la octava y menor de los hermanos, se casó con Don Fernando de Castro, Señor de Castroverde (Lugo) y Tierra de Loaces, padres de Isabel de Castro Bracamonte, mujer de Pero Niño Rivera, sobrino nieto del Conde de Buelna.
Los Niño de Castro de Valladolid, que vendieron el Señorío de Castroverde, eran bisnietos de Rodrigo Niño Laso de la Vega, hermano menor de Pero Niño, pero se desconoce con quién se casó. y no sabemos si fue de Buelna la madre de su hijo Alonso Niño, que sirvió a Juan II y Enrique IV, cuyos monarcas le concedieron el título de Merino Mayor de Valladolid.
El linaje de Girón surge en el reinado de Alfonso VI durante la conquista de Toledo, recibe heredamientos en la provincia de Toledo y riberas del Tajo, y el título más conocido de este linaje es el de Duque de Osuna, es decir, que fue poderoso en Sevilla como el de Guzmán de los duques de Medina Sidonia con el que vinculó. Los Girón vincularon con los portugueses Pacheco y por esto algunos Girón nacieron en Portugal.
Dn Alonso Téllez Girón, Ricohombre de Castilla, señor de Frechoso y de la casa de los Girones, se casó con Doña María Pacheco, II Señora de Belmonte, hija única de Juan Fernández Pacheco, Ricohombre de Portugal, senhor de Ferreira de Aves, Olivença, etc., Alcalde mayor de Santarem y Guarda mayor del rey Juan I de Portugal, y de Doña Inés Teles de Meneses, sobrina de la mujer del rey Fernando I de Portugal (Leonor Téllez de Meneses) y ésta hija de Gonçalo Teles de Meneses y María de Alburquerque, hija de los VI senhores de Alburquerque en Portugal.
Rodrigo Téllez-Girón en principio defendía la causa de Doña Juana la Beltraneja pero después se sometió a los Reyes Católicos. Inés Girón fue dama de Doña Isabel la Católica y con ésta pretendió casarse Don Pedro Girón. El símbolo heráldico de los Girón es una capa hecha jirones y, como los Cárdenas vincularon con los Girón, no sé yo si es ironía hacer el Roto precisamente a Cardenio. Ni sé tampoco si por lo del color cárdeno se le vincula con cardenales como a los Rojas (Don Sancho de Rojas, arzobispo de Toledo, intervino en la boda del rey Juan II con Doña María de Aragón como después Don Álvaro de Luna en su segundo matrimonio con Doña Isabel de Portugal. Gutierre Cárdenas, maestresala de la Reina Católica, intervino en el de ésta con Don Fernando de Aragón. Lógicamente, Francia disputaba con Aragón su influencia en Italia, no con Portugal, porque la geografía manda y determina la historia de los pueblos y por situación geográfica Portugal estaba llamada a las exploraciones atlánticas. A los toledanos se les conoce como berenjeneros y Sancho dice que a los moros les gustaban las berenjenas, que son moradas o cárdenas, y llama Cide Hamete Berenjena al historiador de Don Quijote Cide Hamete Benengeli, no sé si por querer hacerle toledano o por vincularle con el linaje de Toledo como lo estaba el de la mujer de Don Diego Colón, Doña María de Toledo Rojas, ésta emparentada con el Rey Católico, que fue quien propició este matrimonio para el hijo de Colón (el Duque de Alba era primo de Don Fernando de Aragón).
Fray Luis Ponce de León era natural de Belmonte, en la Mancha conquense, y en el proceso inquisitorial contra él sale a relucir El Toboso toledano porque tenía familiares allí. Los Ceballos fueron conquistadores de Alarcón (Cuenca) y por esto se titularon Señores de Alarcón y tomaron este apellido, que es el que usaron hermanos de Fray Luis. Y los Ponce de León se titularon Duques de Arcos de la Frontera (Cádiz) y a éste pedía el Proveedor Don Juan de Alarcón que velase por la familia que dejaba al morir (Martín de Quijano era entonces Proveedor General de las Galeras de España y del Estado de Génova en el Puerto de Santa María y sobrino de dicho Don Juan de Alarcón que dejaba nueve hijos huérfanos y a la mujer esperando el décimo). Fray Luis de León murió en Madrigal en 1591, es decir, el año que Antonio Pérez huyó de Aragón a Francia, y fue amigo de Fray Miguel de los Santos condenado a muerte por su implicación en el caso del falso rey Don Sebastián de Portugal. El Arzobispo de Toledo era Don Gaspar Quiroga, que sucedió en el cargo a Don Diego de Espinosa, y fue muy partidario de Antonio Pérez.
"El ventero, que vio a don Quijote atravesado en el asno, preguntó a Sancho que qué mal traía. Sancho le respondió que no era nada (...) y como al bizmalle viese la ventera tan acardenalado a partes a don Quijote, dijo que aquello más parecían golpes que caída.
- No fueron golpes -dijo Sancho- sino que la peña tenía muchos picos y tropezones, y que cada uno había hecho su cardenal" (cap. XVI). Aquello había pasado en "el val de las estacas", que está en la provincia de Sevilla y de las Estacas se llama también el puerto (Las Estacas de Trueba) que da paso de la Montaña a la provincia de Burgos, que es en la que está Rojas y de donde es originario el apellido de los Rojas Sandoval arzobispos de Toledo y de Sevilla.
El médico Pedro Recio Agüero dice que es natural de Tirteafuera, lugar que está entre Caracuel y Almodóvar del Campo (Ciudad Real) y que es graduado por la Universidad de Osuna (Sevilla) y ya dije que Juan de Escobedo tenía familiares apellidados Agüero también de segundo y que precisamente un Jerónimo Agüero era representante de Colón y de sus hijos según consta en un documento que exhumó Don Ángel Altolagirre de los protocolos notariales de Sevilla. Tal como entiendo este capítulo II, XLVII diría que Escobedo fue a un juzgado a denunciar la conducta de Felipe II y Antonio Pérez, que le llamaban "el Verdinegro" por su carácter temperamental, pero que al Papa parece que le había caído bien. Y algo debía de temer el monarca cuando dijo aquello de "este hombre nos mata". Pero dejando a un lado el posible temor real de perder poder en Italia y en los Países Bajos, lo que me interesa ahora es esa relación que veo entre Gonzalo Pérez con el linaje de Pero Niño, pues su biógrafo comienza citando a Don Fernando Niño, obispo de Orense, al que sucedió en el arcedinato de Sepúlveda (Segovia), título que ya no dejaría en toda su vida. Y entre los Castro con los que vinculó Pero Niño nos encontramos con el título de Conde de Altamira con el que su nieto Gonzalo Pérez se disputó privilegios que finalmente recayeron en el hijo del conde, aunque el Papa, según Antonio Pérez, prefería que hubiesen sido para su hijo:
Juana de Castro, señora de Viañes, se casó con Rodrigo de Moscoso, Señor de Altamira y Folgos, de cuyo matrimonio descendieron los Condes de Altamira en Galicia, de apellido Moscoso. El hijo del conde de Altamira con el que el hijo de Antonio Pérez disputaba el arcedianato de Alarcón, de Cuenca, se llamaba Andrés de Córdoba, auditor de la Rota, es decir, que compartía el apellido Córdoba con él. El secretario Prada pedía que se le diera cualquier otra prebenda y que se devolviese la de Alarcón a Don Gonzalo. Tal vez Antonio Pérez soñaba que un día este hijo vietiese el rojo capelo cardenalicio que no alcanzó su padre, dice Gregorio Marañón, añadiendo que debió de llegarse a un acuerdo, "pues consta en un decreto de 1612 que Gonzalo había recibido del conde de Altamira, padre de don Andrés de Córdoba, 1.225 reales de la pensión que tenía sobre el arcedianato.
Así acabó, en una penumbra triste, la familia de Antonio Pérez. Fueron, como se ha visto, los hijos muy inferiores a sus padres. Sólo doña Gregoria pasa rodeada de un halo de gran mujer frustrada. A los demás, lo que hoy los hace interesantes es su dolor y su noble respeto a un padre que, aparentemente, no lo había merecido".
Baltasar Álamos había pretendido a Doña Gregoria pero a Antonio Pérez le parecía"desigual para ella" y se opuso a las relaciones. Su hijo Antonio Rafael se casó con Magdalena Pianta o Pianeta, posible hija de Juan Paolo Pianta, uno de los agentes que Antonio Pérez había tenido en Nápoles. Entre los años 1646-1649, este hijo ya había muerto, y su viuda cobraba la pensión que Felipe III le concedió a Doña Juana Coello, la viuda de Antonio Pérez. Su hija Doña Leonor murió en 1653, testando a favor de su sobrino Gonzalo Pérez de Córdoba. Su hija Doña Luisa se casó en abril de 1612 con don Francisco de Bracamonte, que era sobrino del conde de Barajas, capitán de Corazas, señor de las villas de Fuente el Sol y Cepedosa, comendador de Villarrubia y alcaide del sacro Convento de Calatrava (tipónimo de Ciudad Real). Al sur de la Sierra de Alcudia y Sierra Madrona está Sierra Morena y la provincia de Jaén. Crisóstomo y Marcela, como es sabido, se conocieron en la Fuente del Alcornoque, cerca de donde era Pedro Recio Agüero y en este capítulo II, XLVII aparece un labrador de Miguelturra que tenía un hijo con la cara quemada y le lloraba un ojo, que es lo que le pasó en la vida real a Cosme de Bustamante, fraile jerónimo exiliado en Londres y los Países Bajos, hereje como Fray Antonio del Corro Barreda, y precisamente en la última página del documento de la información que se pidió sobre este Bustamante aparecen entre otros nombres los de Ruy Gómez de Silva y Gonzalo Pérez. Este Bustamante era natural de Tordehumos (Valladolid), hijo de Mancio Hernández de Bustamante, pero en la provincia de Ciudad Real me encontré con algunos Bustamante poseedores de viñedos. Lo que más me llamó la atención de este documento es que uno de los entrevistados dice que un día que hablaba con Bustamante y le dijo a éste que cómo iba a volver a España, como quien dice que si lo hacía podría costarle la vida, que Bustamante le constestó que él podría volver a España cuando quisiera sin problema.
Don Ángel González Palencia dice en su biografía de Gonzalo Pérez:
"De las relaciones con D. Francisco de los Cobos, y con otros personajes de la Corte, da idea clara la carta que Gonzalo escribía desde Valladolid a 5 de Marzo de 1544 al secretario Juan Vázquez de Molina (y en su ausencia a Eraso). Tenían gran preocupación por la salud de Vázquez; daba noticia de que toda la familia de Cobos estaba bien, tanto el Marqués de Camarasa como los Duques de Sesa.
La noticia más interesante de esta carta, para la biografía de Gonzalo Pérez, es la de su intervención personal en las Cortes de valladolid, 1544, de las cuales escribió la proposición.
La primera reunión de las cortes tuvo lugar el sábado 1º de Marzo de 1544, en una sala alta del palacio del Ilustrísimo Sr. D. Francisco de los Cobos, Comendador mayor de León, "dado al presente para el Serenísimo Príncipe Nuestro Señor". Presentes estaban el Cardenal D. Juan Tavera, Arzobispo de Toledo; D. Hernando Valdés, Presidente del Consejo de S. M.; el mismo Cobos; Diego Girón, del Consejo; Gaspar Ramírez de Vargas y Luis Sánchze Delgado, escribanos de las Cortes. Entró el Príncipe, se hizo la fórmula respecto a la disputa por la precedencia entre Burgos y Toledo.
El Príncipe ordenó luego a Gonzalo Pérez, su secretario, leyese la proposición de las cortes. La leyó en alta e inteligible voz.
El documento, uno de los primeros escritos oficiales de nuestro Secretario, es un excelente resumen de la situación de la política internacional y de la repersusión en la nacional desde 1542 en que se habían hecho celebrado las cortes anteriores hasta marzo de 1544, al empezar éstas. Reproducimos en Apéndice este escrito de Gonzalo Pérez, que lo muestra bien enterado en todos los asuntos que importaban al imperio español.
Pedro de los Cobos esperaba ser gratificado por su trabajo y confiaba en obtener una Abadía en Sicilia, que había pedido para él D. Fernando Gonzaga, y rogaba a Vázquez que le favoreciese en ella, "pues hace en cosa suya".
Diego de los Cobos, I Marqués de Camarasa (18 de febrero de 1543), hijo de Don Francisco, se casó con doña Francisca de Luna Mendoza. La hija, doña María Sarmiento, se casó con el Duque de Sesa, Don Gonzalo Fernández de Córdoba, nieto del Gran Capitán.
Curiosamente en el índice de trabajos publicados de Don Ángel González Palencia en 1945, bajo el epígrafe "Moros y cristianos en la España medieval. Estudios histórico-literarios", pone:
"Mosén Diego de Valera en Cuenca.
Don Pedro Niño y el Condado de Buelna".
La madre de fray Luis de León se apellidaba Valera y alguno de sus hermanos utilizó este apellido en primer lugar y Fray Luis le dedicó sus obras a Don Pedro de Portocarrero, linaje muy vinculado al de Girón y Pacheco, y éste, como he dicho era un linaje de origen portugués y en Castilla los Pacheco fueron señores de Belmonte, Duques de Escalona (Toledo), en cuyo palacio se crió el conquense don Juan Valdés, hermano de Don Alonso Valdés, del que fue escribano Gonzalo Pérez y ponía a éste en manos de Don Francisco de los Cobos Molina, que era natural de Úbeda (Jaén) como Melchor de Ortega que dedicaba el Felixmarte de Hircania al mencionado Vázquez Molina. (no sé si el apellido Molina viene de Molina de Aragón, que por proximidad con la provincia de Guadalajara pasó luego a ser castellana). El Marqués de Villena (Pacheco) fue Maestre de la Orden de Santiago y los Girón de la Orden de Calatrava. Cuenta Azorín que cuando hizo la ruta de Don Quijote había una tradición en Aragamasilla de Alba que relacionaba o vinculaba con El Quijote a Don Rodrigo Pacheco, del que había un retrato en la iglesia del pueblo. Y en este pueblo hay vestigios del apellido Córdoba.
En el texto que he transcrito aparece el linaje de Gonzaga, que creo que fué el de la familia del Marqués de Mantua y que es el título que Don Quijote le daba a su vecino Pedro Alonso cuando éste le encontró molido a palos y asumía como vida propia la historia de moro Abindarráez y el alcalde de Antequera, tal como le había leído en la Diana del portugués Montemayor, contestándole a Pedro Alonso: "yo sé quién soy" cuando éste le llama señor Quijana.
La historia del Abindarráez incluida en la Diana la cuenta Felismena a petición de la sabia Felicia
" Y acabando de cenar, la sabia Felicia rogó a Felismena que contasse alguna cosa, ora fuesse historia o algún acescimiento que en la provincia de Vandalia (Andalucí) huviesse sucedido, lo cual Felismena hizo y con muy gentil gracia començó a contar lo presente:
En tiempo del valeroso infante don Fernando, que después fue rey de Aragón, huvo un cavallero en España llamado Rodrigo de Narváez", etc, es decir que los hechos sucedían en vida de Pero Niño, en el año 1410 en que el Infante Don Fernando conquistó a los moros Antequera con Juan Velasco y Sancho de Rojas. El paje Fabio servía en Andalucía a un señor llamado Felis, y Fabio dice ser de los Cachopines de Laredo como el caminante Vivaldo que va con Don Quijote y los cabreros al entierro de Crisóstomo. El nombre de Felixmarte de Hircania procedía de unir el comienzo nombre de su padre (Florasan) y de su madre (Martedina), el padre era oriental, del reino de Misia en el Asia antigua, y la madre occidental, hija del emperador de Alemania. "Don Quijote creyó, sin duda, que aquel era el marqués de Mantua, su tío, y así no le respondió otra cosa sino fue proseguir su romance, donde le daba cuenta de su desgracia y de los amores de su esposa con el hijo del Emperante" (cap.V).
¿Amores de Felipe II y la esposa de Ruy Gómez de Silva, Doña Ana de Mendoza?
Como los mercaderes/príncipes hablan de "princesa- Alcarria-tuerta" habría que pensar en ellos y que fruto de esos amores fue la niña que nació en su casa y crió doña Magdalena de Ulloa, la viuda de Quijada, hasta que la ingresó en el convento de las monjas de Madrigal cuando cumplía siete años por orden de Felipe II, y que ingresó como sobrina suya, de Doña Magdalena, y que años después de la muerte de Don Juan de Austria aparece en el documento de la toma del velo como hija de Don Juan de Austria. La misteriosa carta que escribió Don Juan de Austria a Doña Magdalena de Ulloa desde Guadix diciéndole que los nueve meses que llevaba ausente por las guerras de Granada le excusaban (sin explicar de qué, pero que son los meses que dura la gestación huumana) creo que lo explica todo y que si se la dió el apellido Austria es porque lo era, porque era hija del hijo del Emperador.
"Amenazaban a Su Majestad con la historia como si ya estuviese hecha", declaró Diego de Bustamante de Antonio Pérez y Baltasar Álamos. "Si viviese Ruy Gómez de Silva podría contar muchas cosas", decía Guillermo de Orange en su famosa Apología. Quizás ésta fuese una de ellas. Gonzalo Pérez murió tres o cuatro años del nacimiento de Doña Ana de Austria. Pero, ¿quién era el Duque a quien Don Quijote le hizo el favor de empadronar a alguien? El apellido Córdoba de los hijos de Antonio Pérez nos hace pensar que tuvo que ser al Duque de Sesa, a un Códoba como el yerno de Don Francisco de los Cobos, que vincularon con los Enríquez (caso de los abuelos del Rey Católico, los Bracamonta Dávila del yerno de Antonio Pérez.
Don Alonso Fernández de Córdoba, hermano del Gran Capitán, se casó con Doña Catalina Pacheco, hija de primer Marqués de Villena, y fueron padres de Francisco Pacheco de Córdoba, que se casó con doña María Fernández de Córdoba, hija del Conde de Cabra, abuelos de Diego Fernández de Córdoba, esposo de María Laso de Castilla.
El Gran Capitán Don Gonzalo Fernández de Córdoba se casó con su prima Isabel de Sotomayor y de este matrimonio no tuvo descendencia, y en segundas nupcias con doña María Manrique, naciendo de este matrimonio tres hijas:
1ª María, que murió niña
2ª Beatriz de Córdoba, que estuvo propuesta para casar con Vespasiano Colonna y con Juan de Aragón, nieto del Rey Católico, pero no llegó a casarse con niguno de los dos.
3ª Elvira, que fue segunda Duquesa de Sessa y se casó con Luis Fernández de Córdoba IV Conde de Cabra.
De este matrimonio fue hijo el mencionado don Gonzalo Fernández de Córdoba, nieto del Gran Capitán, que se casó con María Sarmiento Mendoza.
Don Diego Fernández de Córdoba Carrillo, primer Señor de Baena, se caso con doña Sancha de Rojas, Señora de Pozas, y en segundas nupcias con Inés Ayala de Toledo y de este segundo matrimonio fue hija Doña Marina de Ayala, abuela materna del Rey Católico.
El Gran Capitán era hijo de una Herrera, es decir, que era pariente de Garci de Herrera, Señor de Pedraza, el padre de Blanca Herrera Niño, que estaba desposada con Alonso Téllez Girón cuando éste murió en "El Espinar" (Segovia) a consecuencia de una herida que se hizo jugando un partido de pelota cuando tenía poco más de 15 años. Pero, ¿quién fue la madre de este Girón que fue legitimado por el rey Enrique IV y por Bula pontificia en 1456?
Herrera como el Gran Capitán se apellidaba también Don Bartolomé de Bustamante Herrera, secretario del mencionado Juan Tavera, Arzobispo de Toledo, que fue cuando hizo el famoso hospital y famoso cementerio de esa ciudad.
En Córdoba obsequieron a Pero Niño con una preciosa cota de malla que había sido de Don Egas, Señor de Baena, y Juan Alonso de Baena dice en uno de sus decires: "Yo leí la Pelegrina", es decir, con la obra de Gonzalo de Bustamante, uno de los asesosores de Don Pedro Tenorio, Arzobispo de Toledo: "Traía grant compañía de letrados çerca de sí, de cuya ciençia él se aprovechava mucho en los grandes fechos: entre otros era don Gonçalo, obispo de Segovia, que fiso la Pelegrina", etc., dice Pérez de Guzmán Ayala, el bisabuelo del poeta Garcilaso.
Sancho le dice al Bachiller Sansón Carrasco lo del "desagredecimiento de alguno" y dado el parentesco de Juan de Escobedo con los Bustamante y los Herrera y el comportamiento del Bachiller como Jorge de Bustamante, pudo ser un Bustamante quien le hizo al duque el favor de su empadronamiento. A Colón el Banco de San Jorge de Génova le parecía lugar seguro para su dinero: "Y así que ayunte y haga su caudal de su tesoro en los lugares de San Jorge en Génova, y allí multiplique hasta que tenga tanta cantidad que le parezca y sepa que podrá hacer alguna buena obra en esto de Jerusalén", dice en su testamento.
Entre los tejedores Colombo genoveses no había ni un marino y nos pacere ironía que un muchacho diga en El Quijote que es tejedor y que cuando se le preguntan qué teje que conteste: "hierros de lanzas", propio de ferrerías como las que tenían los Bustamante en los ríos Besaya y Saja, en Valdiguña y Reocín, respectivamente.
En la ascendencia de Don Alonso Téllez Girón, el desposado con Blanca Herrera Niño, leo:
Pedro Girón nació en Belmonte en 1423 y murió en Villarrubia de los Ojos, provincia de Ciudad Real. (nat. en Inés de las Casas, hija de Goméz de las Casas, Señor de Gómez- Cardena, Vienticuatro y Fiel ejecutor Isev, y de Leonor Fernández Hurtado),
que parece que fuera tía de Alonso I Conde de Ureña, y de Rodrigo Téllez Girón, Maestre de la Orden de Calatrava a los 8 años por Bula apostólica (marzo de 1466), defendió la causa de la Beltraneja, pero más tarde se sometió a los Reyes Católicos. Murió el 23 de julio de 1482 de dos saetazos recibidos durante el primer cerco de Loja (Granada) a los 24 años.
R. Majó Framis escribe este diálogo entre Colón y Alonso de Ojeda, que se conocieron en la casa de Sevilla del Duque de Medinaceli:
" Decídme, Almirante de los hombres.
- No tienen hierro, ni acero, ni armas, ni son para ello. Andan como Dios quiso, todos desnudos. Son temerosos. Desde que nos veían llegar, huian a no aguardar padre a hijo.
- ¿ Y qué decían de vos y de vuestros marineros?
- " Venid a ver la gente del cielo, decían ellos. Y siempre estuvieron de propósito que yo venía del cielo.
- Mas ¿se harán cristianos?
- Allende de esto, se harán cristianos. No conocen secta ni idolatría, salvo que todos creen que la fuerza y el bien es en el cielo. No he podido entender si tienen bienes propios, que me pareció ver que de aquello que uno tenía todos hacían parte, en especial de las cosas comederas.
- Edad de Oro se llama ésa. Yo la oí contar en romances".
Me ha parecido muy curioso por lo que recuerda el discurso de Don Quijote a los cabreros, propio, como he dicho, de erasmistas como los Valdés conquenses, Gonzalo Pérez o Jorge de Bustamante. Alonso de Ojeda nació en Cuenca hacía 1466. Era mozo hidalgo de casa solariega llamada "la Hojeda" en la villa de Oña, de la merindad de la Bureba, y era pariente de fray Bartolomé de las Casas.
"Dichosa edad y siglos dichosos aquellos a quien los antiguos pusieron nombre de dorados, y no porque en ellos el oro...", decía Don Quijote, que dos capítulos después se encuentra con Vivaldo, el Cachopín de Laredo, quizás lugar de la playa de la Montaña desde donde un caballero fue arrastrado por una tempestad hasta tierras remotas y desconocidas, donde le sucedieron, según Don Quijote, cosas dignas de escribirse en bronces. Según Don Fernando Colón ese caballero fue su padre.
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