1 ago 2009

ALGO CIERTO

Don Felipe Fernández Armesto dice en su biografía de Colón esto tan cierto:
"El documento en el que creó su mayorazgo fue para Colón el acto de fundación de una dinastía aristocrática. La sucesión recaería, en circunstancias normales, en el heredero masculino legítimo más próximo y en aquéllos que se llaman y se han llamado siempre Colón. En él se hace hincapié en el hecho de que los procedimientos que se aplicaba eran normales "para personas de título". Una y otra vez hace referencia a la transmisión del mayorazgo a perpetuidad y de generación en generación".
Sevilla, 22 de febrero 1498.
Es que su abuelo Pero Niño murió en 1453 y en 1461 su Condado de Buelna deshecho por haberlo vendido sus hijas y su título en pleito por no haber dejado hijos varones. Un título que se ganó "después de harto de servir y de pasar malos días y peores noches", como le decía Don Quijote a Sancho. Él no fue progenitor de una dinastía Niño aristocrática como Colón, pese a haberse casado con una hija de infantes y nieta de reyes por ambas partes de Castilla y Portugal. El pleito duró hasta el siglo XVII. En diciembre de 1452, al filo de la muerte, intentaba remediarlo legitimando a un hijo llamado Pero Niño como él, al que le dejaba en su último testamento "treinta mil maravedíes como herencia paterna, además de otros legados de menor cuantía". Posiblemente ese hijo se casase con una mora de ascendencia real como Cide Hamete, el historiador de Don Quijote, y como Don Álvaro Tarfe, deudo cercano de los últimos reyes moros de Granada.
Por lo demás, Cachopín viene a ser sinónimo de ser de LAREDO y para los indígenas americanos Cachopín sinónimo de Conquistador/descubridor.
Como en el prólogo de la segunda parte del Quijote se dice esto de "que me viva el Veinticuatro mi señor y Cristo con todos" y lo de "las coplas de Mingo Revulgo", lo primero que subrayé cuando consulté el apellido Quijano en la Enciclopedia García Carraffa fue esto:
"Domingo González Quijano y su esposa doña María Guerra, naturales del Valle de Buelna, fueron padres de Francisco González Quijano, que residió en Sevilla y fue Veinticuatro de aquélla ciudad y Caballero de Calatrava", pues por una parte este Domingo Quijano y Mingo Revulgo compartían su nombre con Domingo Colombo, el padre de Colón ("algún palomino de añadidura los domingos" se dice que tenía la olla del hidalgo en las primeras líneas del Quijote), y, por otra, la casa González Quijano de San Felices está junto a la torre de Pero Niño. Subrayé también los apellidos de la Hera y Arce-Ceballos vinculados con la casa Quijano de Buelna por ser Arce el apellido de la madre del montañés Juan de Escobedo y de la Hera el apellido del clérigo y astrólogo montañés Pedro de la Hera, amigo de Antonio Pérez y Baltasar Álamos de Barrientos, de cuya súbita muerte para que no parlase, se decía, fueron acusados éstos. (José de la Hera Quintana se casó con Luisa Sáinz Quijano, María Sáinz de Arce con Gaspar Sáinz Quijano, Jerónima Guerra con Manuel Quijano Ceballos, padres de Manuel Quijano Guerra, casado con María Sáinz de Lobado).
Y, cuando consulté el apellido Guerra, lo primeró que subrayé fue que había un "Valle de Guerra" en la isla Canaria de Tenerife, que Lope de Vega mencionaba a un hijo de Inés Guerra en "La conquista de la Canaria", piedras de vado para las futuras exploraciones atlánticas, que el capitan Juan Colombo "el Viejo" y el patricio genovés Bernardino Justiniani se habían casado con dos nietas de Bartolomé Juan Guerra, primer Señor de dicho Valle de Guerra, pues Fernando Colón dice que escribió la biografía de su padre para salir al paso de las falsedades que decía el genovés Giustiniani en su Psalterio, obra en que trata de personas viles a los padres del Almirante y, por otra parte, ese capitán Juan Colombo compartía su nombre y apellido con el supuesto abuelo genovés de Colón.
Las coplas de Mingo Revulgo hacían mofa de Don Beltrán de la Cueva y el rey Enrique IV, padre de La Beltraneja, y si fueron ciertos los amores de Don Beltrán de la Cueva con la reina Doña Juana de Portugal, no dejó de ser otro Lanzarote, nombre de una de las islas Canarias, a cuya historia están vinculados los nombres de Martín Ruiz de Avendaño, Jean Bethencourt, Gonzalo Pérez Martel, etc. Y Don Beltrán de la Cueva era natural de Úbeda como el Condestable López Dávalos, con el que Pero Niño comenzaba su vida militar, y de Úbeda fue también natural Don Francisco de los Cobos Molina, Secretario de Carlos V, con el que Gonzalo Pérez comenzaba su carrera político-administrativa, y una nieta de éste se casó con un Bracamonte Dávila, y el Almirante Robín de Bracamonte era primo del citado Bethencourt que en Sevilla se proclamaba rey de Canarias, y un rey moro de Canarias es un personaje de Tirant lo Blanc, de cuyo libro dice el Cura: "Dádmele acá, compadre; que hago cuenta que he hallado en él un tesoro de contento y una mina de pasatiempo" (el oro que se comercializaba en Valencia procedía de Berberia y de San Jorge de la Mina de Guinea, donde estuvo Colón).
Gonzalo Pérez fue un bibliófilo como Don Fernando Colón y éste tenía en su famosa biblioteca las Sergas de Esplandián como Don Quijote, cuyo autor, Garci Montalvo, era natural de Medina del Campo como Baltasar Álamos de Barrientos, y un hermano de éste (Rodrigo Ruiz de Montalvo, abad de Medina del Campo) se apellidaba como el autor de las Sergas de Esplandián, continuación del Amadís de Gaula (Doncel del Mar que en su infancia desconocía su nombre), y el Cura y el Barbero que expurgaban los libros de Don Quijote dicen esto de las Sergas de Esplandián:
"No, señor -dijo el Barbero; que también he oído decir que es el mejor de todos los libros de que de este género se han compuesto; y así, como a único de su arte, se debe perdonar (se refiere al Amadís de Gaula).
- Así es verdad -dijo el Cura-, y por esa razón se le otorga la vida por ahora. Veamos esotro que está junto a él.
- Es -dijo el Barbero- las Sergas de Esplandián, hijo legítimo de Amadís de Gaula.
- Pues, en verdad -dijo el Cura-, que no le ha de valer al hijo la bondad del padre."
Entre los papeles que dejó en Sevilla al morir el clérigo Don Diego Colón, hermano del descubridor, dice Melchor de Ortega que encontró la historia de Felixmarte de Hircania, obra que le dedicó al Señor Don Juan Vázquez de Molina, amigo de Gonzalo Pérez, y Melchor de Ortega era también de Úbeda como Don Beltrán de la Cueva y Don Francisco de los Cobos Molina. Marte y Belona eran dioses de la guerra en la mitología romana y Marte es la mitad del nombre de Felixmarte de Hircania de cuya obra dice el Cura:
-"Pues a fe que ha de parar presto en el corral, a pesar de su extraño nacimiento y soñadas aventuras" (Cap. VI).
El nombre de Felixmarte aventuraba o presagiaba el destino felix o feliz del héroe y de Félix o feliz viene el nombre de "San Felices de Buelna" donde se levanta, como dije, la torre de Pero Niño y se levantaba el monumental palacio de La Cava de los Ceballos Guerra. Y Pero Niño fue un triunfador, siempre vendedor y nunca vencido por mar y por tierra, hizo concesiones a Juan Guerra de la Vega, "San Felices de Ibio" es el solar más antiguo de los Guerra, Colón hizo realidad su soñado viaje atlántico y fue otro triunfador, y Fernández Armesto dice esto del "grupo de los Guerra":
No acabo de encontrar la cita, pero lo que venía a decir es que "el grupo de los Guerra" de Sevilla habría participado en la financiación del viaje de Colón de 1492 como antes lo habían hecho con la exploración y conquista de Las Canarias.
Colón pasó parte del verano de 1497 en La Mejorada, monasterio de Jerónimos que fundó Don Fernando de Antequera en Olmedo, cerca de Medina del Campo, y yo creo que debió de redactar allí la escritura del mayorazgo que luego ratificó en Sevilla ante un escribano en 1498 antes de emprender su tercer viaje a las Indias.
"A Cristovan Colón, nosso especial amigo en Sevilha.
Cristóbal Colón:
Nos Don Johan, per graza de Deos, Rey de Portugall, e dos Algarbes, da aquem e da allem mar en África, senhor de Guinea, vos enviamos moito saudar. Vimos a carta que nos escribeste", etc., le decía el rey Juan II de Portugal en la carta que le escribió el 20 de marzo de 1488.
"Los misterios de Colón comienzan con su nacimiento y terminan con su muerte. Todos los biógrafos rigurosos nos demuestran que Colón era hijo de un tejedor genovés. Aún así no podemos evitar preocuparnos un poco por el hecho de que nunca escribiese en italiano, ni siquiera cuando lo hacía a genoveses. ¿De dónde sale entonces su extraño español salpicado de tantas palabras portuguesas?", se preguntaba también Hugh Thomas.
Pues de que era hijo de Pedro Niño Portugal, que nació como Felixmarte de Hircania antes del matrimonio público de sus padres, sir.
A lo mejor con "tesoro de contento" y "mina de entretenimiento" no se alude irónicamente a la Mina portuguesa de Guinea como pienso yo, pero el linaje de Don Quijote es montañés y de Castilla la Vieja y los de Portugal y Colón no lo son.

2 comentarios:

Rosa Ruiz dijo...

Por supuesto que es otro libro más sobre Colón y que no se admitirá por bueno, Raquel. Entre otras cosas porque yo no demuestro que lo sea. Pero así lo veo y así lo cuento. Lo terrible sería que habiéndolo demostrado no se admitiese, porque ello significaría que el hombre y la sociedad están peor de lo que pienso.

Zeneida GS dijo...

Interesante! yo procedo de ese Valle de Guerra en Tenerife, que debe su nombre al conquistador Lope Fernández de la Reguera y Guerra.
Este enlace describe quién era Lope Fernández:

http://books.google.es/books?id=TZA2AAAAMAAJ&pg=PP21&img=1&zoom=3&hl=es&sig=ACfU3U1OPcQV_BXnhT_Oz47ELo5iN83N5A&ci=40,558,824,769&edge=0

y esto está extraído de:"Noticias de la Historia General de Las Islas de Canaria", de Viera y Clavijo:

http://books.google.es/books?id=TZA2AAAAMAAJ&printsec=frontcover&source=gbs_v2_summary_r&cad=0#v=onepage&q=&f=false

Este es el grupo en facebook sobre el pueblo de Valle de Guerra:
http://www.facebook.com/group.php?gid=59343898656

aún quedan reminiscencias de aquella época como la Casa de Carta, que actualmente es un Museo, y en su momento fue la Hacienda de los Guerra:
http://www.rinconesdelatlantico.com/num3/23_casa_carta.html

Un saludo,
Zeneida González.