"¿Quién es ese tonel? -dijo el Cura.
- Éste es -respondió el Barbero- Don Olivante de Laura".
(cap.VI)
Habrá quien al leer esto piense en un tonel o no piense en nada y siga leyendo. Otros que piensen que es una forma graciosa de decir que era un libro grueso o grande, lo que hoy llamamos un "tocho", y habrá quien recuerde que "tonel" era una medida antigua de capacidad de las embarcaciones y piense por ello en el mar. Así que este ejemplo sirve para entender que se han hecho, se hacen, y se harán distintas lecturas del Quijote.
Quien pensara en el mar, quizás advierta que tras el "Don Olivante de Laura" aparece el "Felixmarte de Hircania", libro del que el autor nos dice en el prólogo que le halló en Sevilla entre los libros y papeles que dejó al morir allí Don Diego Colón. Y si recuerda que en el Quijote de Avellaneda se dice del nombre de Martín Quijada "que tiene la mitad de martes", como Felixmarte, y que Marte es a su vez el nombre de un dios de la guerra, es posible que hasta piense en el apellido Guerra del marino y descubridor sevillano Cristóbal Guerra vinculado al de Niño del Conde de Buelna, encontrándose de esta manera, o por este camino, con apellidos señeros del descubrimiento de América, del mundo desconocido o Nuevo Mundo.
"el propio Almirante advierte en una carta que su modo de vida y el de sus mayores siempre tuvo que ver con el mar", dice Don Hernando Colón (Historia del Almirante, cap.II), pero en Génova nadie le dio noticia de sus mayores. Lo más entrañable del testamento del burgalés Hernando Colón es cuando dice que su primo Gonzalo Guerra era yerno de Hernando de COS. que tanto nos recuerda al solar de su nombre, al pueblo de Cos mencionado en el testamento que hizo Gonzalo Guerra el 16 de enero de 1489 en el vecino IBIO y en el que tenía tantas propiedades: "el solar de Ibio e Mazcuerras, Cos e Hontoria e las compras e ventas todo ello e según fue e fincó de los señores Juan de la Guerra (de la Vega) e María Alonso de Salazar difuntos que Dios sus ánimas aya". A este Juan Guerra fue a quien el Conde de Buelna dejaba el 13 de junio de 1439 los mayorazgos de Santillana, Santibáñez y el Valle de Cabezón y de esta familia era el marino Toribio Alonso de Salazar y su primo Gonzalo Guerra. Quizás ese Juan Guerra Niño que veíamos en el apeo de la iglesia de San Pedro de Cervatos era sobrino de Pero Niño y del Fernando Niño mencionado también en dicho apeo. Nada extraordinario, pues Don Alonso Díaz Laso era Prior de esa iglesia en el siglo XV y Buelna era Señorío de la Casa de la Vega y Pero Niño Conde de Buelna por hijo de Doña Inés Laso de la Vega.
El burgalés Hernando Colón se llama "trabajador" al servicio del cordobés Pedro de Angulo, así que estos Colón bien podían decir que sus mayores se habían empobrecido con las guerras de Lombardía -como dice Don Fernando Colón que le pasó a los mayores de su padre- o decir que sus mayores fueron "tejedores" o cardadores de lanas. ¿Como las que se traían a embarcar a los puertos del Cantábrico y con las que se enriquecía la oligarquía andaluza, según el historiador Vicens Vives, y se enriquecieron el Infante Don Enrique de Aragón, que tartaba de "pariente" a Juan Guerra Osorio, Don Álvaro de Luna, Don Juan Pacheco, Don Beltrán de la Cueva, Don Lorenzo Suárez de Figueroa y otros Maestres de la Orden de Santiago?
¡Qué entrañable resulta leer en Somahoz de Buelna: "linda con Doña Teresa de Cos Quijano y con Don Julián Pérez Calderon"!
La reina Doña Juana la Loca escribía una carta admonitoria a Juan Guerra, Calderón, Cos, etc. que transcribe Ortiz Real en una de sus obras, advirtiendo admirado que conocía sus nombres, cosa que es fácil de entender si recordamos que Pedro Díaz-Quijano Cieza fue paje de esta Reina en Tordesillas y un Calderón su capellán. Los hijos de Colón fueron pajes del príncipe Don Juan, otro de los hijos de los Reyes Católicos, y Hernando Colón acompañaba a Carlos V cuando éste pernoctó en julio de 1522 en casa de los Quijano de Molledo (Valdiguña) cuando se dirigían al Consulado del Mar de Burgos, capital del almirantazgo de Castilla y sede de sus almirantes.
En la presentación del libro de Jakob Wassermann "Cristóbal Colón", subtitulado "El Quijote del Océano", se dice: "libro distinto a todos los innumerables libros que ha suscitado el genial navegante, y cuyo rigor documental se alía con la máxima amenidad literaria".
El autor se pregunta, por ejemplo: "suponiendo que la verdad exista, ¿podríamos soportarla?", así que cuando se lee, a veces el lector se olvida de Colón para caer en reflexiones más o menos filosóficas sobre la condición del hombre y del mundo. En cuanto a la obsesión de Colón por encontrar oro, se pregunta si era más por miedo a decepcionar a los que habían invertido sus dineros en aquella empresa que a enriquecerse personalmente, pregunta que yo no me había hecho nunca. Wassermann (Alemania 1873-1934) fue una primera figura de la literatura alemana y la obra le dio fama internacional. La crítica admira su amenidad literaria, su documentacion histórica, y la hondura de sus análisis, que califica de dostoiewskiana.
Por aquel tiempo en que le leía, yo veía a Colón como el que le había quitado la gloria al mítico Alonso Sánchez de Huelva, al fortuito descubridor de tierras desconocidas evocado por Don Quijote, y que se había aprovechado de él, por eso me sorprendía ese paralelismo que hace de Colón-Don Quijote, pues Don Quijote tenía un linaje montañés y al de Colón no le veía yo ninguna relación con la Montaña o Cantabria. Tal como yo leía el Quijote, me parecía que el descubridor había sido de un linaje montañés y por esto cuando leí en un documento de la casa de Ceballos que ellos no se habían beneficiado en nada del descubrimiento de las Indias Occidentales pese a ser de los primeros que tuvieron noticia de la existencia de las tierras ignotas, (un Ceballos se casó en Murcia con una hermana de Luis de Torres, el intérprete que llevó Colón en 1492), más que sorprenderme, fue como una ratificación de lo que pensaba. Pero, esa ironía del Cura al decirle a Sancho que se admiraba a Don Quijote por todo lo descubierto, es lo que me hizo pensar que Colón podría ser ese descubridor fortuito -que la leyenda o tradición dice que murió en su casa cuando vivía en las Azores y le comunicó el secreto- y tener Colón un linaje montañés como Don Quijote y el Conde de Buelna y no el de Colombo o Colón. Es decir, que entonces pensé que Don Fernando Colón Enríquez no mentía cuando dijo que su padre fue ese marino que hizo realidad lo que profetizaba Séneca en su Medea ni mentía el autor del Felixmarte al decir que Cristóbal Colón fue el primer descubridor de la isla Española.
Wassermann no se pregunta ¿sería Colón del linaje de Don Quijote?, pese al paralismo Colón-Don Quijote que hace, porque él no se plantea hallar la verdadera genealogía de Colón, pero el primer paralelismo, a mi entender, es ése: que, naciesen en La Mancha o en Génova, los dos eran de linaje montañés con solar en Buelna, o, si se quiere, en el Condado de Pero Niño.
Ni los hijos de Cristóbal Colón, ni sus nietos, bisnietos, etc. vincularon con los Guerra, pero es un hecho cierto que un Hernando Colón testó en Córdoba en 1575, donde servía a un Pedro de ANGULO (linaje materno de los hermanastros del Almirante Don Alonso ENRÍQUEZ), y que ese Hernando Colón era natural de la provincia de Burgos (Llano de Cabezón o Llano de Bureba), que deja heredero a un primo llamado Gonzalo Guerra, y que era hijo de otro Hernando Colón, según consta en los protocolos notariales de la ciudad de Córdoba, ciudad en la que nació en 1488 el hijo y biógrafo del descubridor, Don Hernando Colón Enríquez, que murió en Sevilla en 1539 a los 51 años de edad. Su madre, Beatriz Enríquez de Arana, dice ser hija de Pedro de Torquemada y de este linaje era el humanista Antonio de Torquemada, el autor del "Don Olivante de Laura" mencionado al comienzo de este escrito, que el Cura llama tonel y destina al corral.
¿Qué lectura es la buena? Pues no lo sabemos o no lo podemos demostrar. Lo que dicen los hechos históricos, los documentos históricos, es que los Niño acompañaron en masa a Colón en el viaje de 1492, que el Almirante Pero Niño fue Conde de Buelna y Señor de Cigales (Valladolid), que las cosas de Don Quijote se tachan de "niñerías", sinónimo de cosas propias de niños, que Don Quijote dice que es ALONSO QUIJANO, que el linaje Quijano tiene en el Valle de Buelna su solar más conocido, y que Los Corrales es la capitalidad del Valle de Buelna, el Condado de Pero Niño.
"su extraño nacimiento", dice el Cura del Felixmarte.
"su primer nacimiento", dice del Orlando del italiano Ariosto.
("aquí le perdonáramos al señor Capitán que no le hubiera traído a España y hecho castellano", dice de la traducción que hizo el aragonés Jiménez de Urrea del Orlando de Ariosto del toscano al castellano).
¿Nació Colón en Génova de casualidad porque su madre estaba allí y lo suyo habría sido nacer en Cantabria o la Montaña por ser su madre una Bustamante, aunque fuese una Bustamante Borja o Bustamante Claramonte aragonesa o manchega? (En Valencia, desde donde Diego de Bustamante fue a Zaragoza, hay una Oliva y al "Don Olivante de Laura" se le tacha de mentiroso y arrogante y Diego de Bustamante fue paje de Don Pedro de Aragón y Bartolomé de Bustamante secretario de San Francisco de Borja).
Tras el Orlando y Roncesvalles viene el "Palmerín de Oliva" y el "Palmerín de Inglaterra", éste atribuído al rey Juan II de Portugal, que se habría de guardar "como a cosa única".
¿Quiere decirse que Colón podría ser hijo de un Niño Portugal y una Bustamante de ascendencia turca u oriental?
Tampoco lo sabemos o lo podemos demostrar. Lo que es seguro es que Colón no fue uno más ni nació para pescado de los estanques de Los Corrales de Buelna, el Condado del Almirante Pero Niño, o del Valle de Piélagos en el que está el pueblo de Quijano, sino para ir a Islandia -¿en un pesquero vasco-francés?- y navegar por el anchuroso Océano, donde le esperaban las ínsulas que soñaba y soñó Don Quijote cuando le prometía una a Sancho.
"hijo de mi hermana", le dice Pedro de Bustamante a uno de los cautivos que regresaban de Argel. A lo mejor algún día se desmuestra que Colón era también sobrino de otro Pedro de Bustamante.
Pedro de Bustamante Ceballos, descendiente de las casas de Quijas y de Buelna, se casó con Isabel Varona, hija del Alcalde de Burgos y Señor de Villagómez, de donde fueron naturales los padres de Juan Niño y abuelos del Conde de Buelna, que tuvieron tierras en la Bureba burgalesa y La Berzosa. El desaparecido Llano de Cabezón, de donde era el burgalés Hernando Colón, debe ser el actual Llano de Bureba, que está entre Rojas y Poza de la Sal. Y no sabemos la abuela paterna de Pero Niño fue del linaje de Rojas.
¡Qué entrañable el Caño de Vecinguerra, de Córdoba, al que dió nombre el conquistador Vicente Guerra! A Pero Fernández Niño, abuelo del conde de Buelna, le veíamos en Carmona (Sevilla), junto a un Córdoba, defendiendo la memoria del rey Don Pedro después de muerto éste en el castillo de Montiel a manos de su hermanastro Don Enrique, entronizador de la casa de Trastamara, y en Córdoba obsequieron al Conde de Buelna con una magnífica "cota de malla" que había sido del buen caballero Don Egas, supongo que Don Egas de Córdoba, Señor de Baena. ¿Por su ascendente Guerra? ¿Es casual que el genovés Bernardino Justiniani y el capitán Juan Colombo "el Viejo" se casaran con dos nietas de Bartolomé Juan Guerra, Señor del "Valle de Guerra" de Tenerife? ¿Es casual que la danza que mejor le pareció a Don Quijote de cuantas se bailaron en las Bodas de Camacho fuese una danza guerrera como la "Baila de Ibio", el solar de los Guerra?
Cachopo-cachopín=muchacho-muchachito/niño ("¡Castígate cachopo!", le dijeron a Pero Niño en Portugal). Y el apellido Cachopín de Laredo es paradigmático de los marineros de la Montaña y de los que tuvieron naos de mucho tonel-tonelada-tonelaje en la conquista de Sevilla y de este linaje dice ser un paje de la "Diana" del portugués Jorge de Montemayor, otro de los libros que tenía Don Quijote, y de cuyo linaje dirá ser también el caminante Vivaldo con el que se encuentra Don Quijote y habla precisamente de linajes, dándole tan misteriosa contestación (curiosamente el Vivaldo que encontramos entre los documentos de Cervantes era genovés al igual que el Vivaldo que prestaba dinero al rey Enrique III de Castilla). La Diana de Montemayor está escrita en castellano y tiene canciones y dichos en portugués, y Montemayor vivió un tiempo en Valencia y sabía valenciano, pues tradujo a Ausías March (éste cuñado del autor de "Tirant lo Blanch", libro en el que el Cura hallaba "un tesoro de contento y una mina de pasatiempos", y que el autor dedicó a Don Fernando de Portugal), y de la "Diana Enamorada" del valenciano Gil Polo el Cura dice que se "guarde como si fuera del mesmo Apolo". Problablemente este Colón que hablaba castellano salpicado de portugués, como podrían haberlo hecho los Niño-Portugal, por ejemplo, nació en GÉNOVA de casualidad, y su madre fue una Bustamante. ¿Bustamante-Borja? ¿Bustamante-Guevara-Calderón?
Nadie puede negar que el nombre de Jorge de Bustamante suma 17 letras como el de Dulcinea del Toboso, ni nadie puede negar que Quijas de Reocín fue Señorío del linaje de Bustamante y que estos Bustamante se dicen originarios de Francia, pero pocos admiten que en Quijas de Reocín está el origen, causa y fundamento de los nombres de Quijote y Rocinante.
Es que, como ya se ha dicho, todos no leemos de la misma manera. Unos hacemos estas lecturas y vemos El Quijote como un libro críptico y otros lo ven sólo como una gran novela. Se ha dicho que hay tantos Quijotes como lectores de la obra y también que lo han leído muchos menos que los que dicen haberlo leido, y que todavía espera Cervantes sentado en los Elíseos a que le nazca un nieto que le entienda.
Por su parte, Don José Cadalso dijo: "lo que se lee es una serie de extravagancias de un loco, pero lo que hay debajo de esta apariencia es en mi concepto un conjunto de materias profundas e importantes", y yo suscribo sus palabras. Y hasta que no me demuestren que mi lectura es la mala, yo seguiré pensando que es la buena.
En ninguno de los libros que tengo sobre Colón se hace a éste del linaje de Niño y lo que yo puedo decir es que yo tampoco le hubiese hecho de él si no hubiese leído El Quijote, pese a la existencia de la carabela "La Niña" y saber desde siempre que Pero Niño fue Conde de Buelna, el solar más conocido del apellido Quijano de Don Quijote. Cervantes menciona a GÉNOVA en su obra en bastantes ocasiones y a Colón sólo cuando dice en El Licenciado Vidriera: "embarcándose en Ancona, fue a Venecia, ciudad que de no haber nacido Colón, en el mundo no tuviera en él semejante". Yo creo, como decía, que seguramente nació en Génova de casualidad, que sus padres eran españoles de linaje montañés, castellano (¿español por ius sanguinis o hijo de españoles y genovés por ius soli, por nacido en Génova?) y que al mismo tiempo tenía ascendencia oriental, no sé si de sultanes turcos o de reyes moros africanos como Sevilla, la amada de Carloto, hijo de Carlomagno, y mujer de Valdovinos, sobrino del Marqués de Mantua. Título éste que, como otros muchos italianos, descendían de una ENRÍQUEZ, Gran Duquesa de la TOSCANA, según la Enciclopedia García Carraffa, apellido materno de Don Fernando Colón, apellido de los Almirantes de Castilla de la casa de Trastamara, apellido materno del Rey Católico y que también llevaron reyes de Inglaterra y de Francia. Pero él será siempre Colón por mucho que su apellido fuese un añadido como los palominos de añadidura que tenía los domingos la olla del hidalgo y no llevase nunca en su escudo de armas el símbolo heráldico de este apellido, que es una paloma o palomo como su propio nombre indica.
Seguramente nació en GÉNOVA y lo que quiso decir Vélez de Guevara es que era del linaje de NIÑO como el Conde de Buelna, que éste era su verdadero linaje y no el de los italianos COLOMBO, porque, lo que no necesita demostrarse, por obvio, es que no fue uno más ni nació para pescado de los estanques de los corrales de comedias o de Los Corrales de Buelna del Condado de Pero Niño, aunque por linaje montañés hubiese podido nacer en este lugar de La Montaña o Cantabria, que es el solar más conocido del linaje de ALONSO QUIJANO o Don Quijote, a quien se trata de descubridor y a sus cosas de niñerías. Es lo que tienen las escrituras crípticas, que es muy fácil confundirse a la hora de interpretarlas.
He llegado al punto de que cuando leo "Don Quijote-Rocinante" es como si leyese "Niño-Bustamante", y cuando leo Cachopín de Laredo como si leyese Escalante, este linaje que encontrábamos en Calatayud, en Medina del Campo, en Córdoba entre los conocidos y parientes de la madre de Don Fernando Colón, Beatriz Enríquez, en La Escalanta de "Rinconete y Cortadillo", en la vida de Doña Bárbara Blomberg, la madre de Don Juan de Austria, a la que dejó en Escalante Doña Magdalena de Ulloa, la viuda de Don Luis Quijada, con la que compartió su linaje el extremeño Alfonso de Ulloa que vertió al toscano en Italia la "Historia del Almirante Don Cristóbal Colón" originalmente escrita en castellano.
Supongo que todo viene de que un Niño descendiente del Infante Don Juan de Portugal, como los hijos y nietos del Conde de Buelna, por ejemplo, podría aspirar al reino de Portugal como Don Quijote y un Quijano no.
¿Conoció Colón la "estéril y desierta" playa de Tagle como las costas de Fuenterrabía y Tortosa que mencionaba a los Reyes Católicos cuando les hablaba de Veragua?
Me he hecho esta pregunta muchas veces, porque no entiendo por qué Sancho asocia "reina-cama-pulgas" precisamente cuando Dorotea/Micomicona vino de Guinea a buscar a Don Quijote y se le tacha de descubridor, que por una parte nos recuerda la anécdota de quien escribió bajo la leyenda "El que la sierpe mató y con la Infanta casó" del escudo de armas de una casona de los Tagle: "Y si las pulgas matara, con la Reina se casara", tras pernoctar un día sin poder dormir en toda la noche a causa de las picaduras de las pulgas. Y por otra parte, nos recuerda a la estéril y desierta playa de la Montaña desde la que fue arrastrado por la tempestad hasta tierras remotas y desconocidas el caballero evocado por Don Quijote, pues las playas de las cuatro villas marineras montañesas tenían mucho tráfico para calificarlas de estériles y desiertas.
"Este follón de reyes" dijo el Conde de Luna de Diego de Bustamante y los historiadores y genealogistas no encuentran explicación a la leyenda "Los Bustamante de Quijas, con reyes casan sus hijas" que lucen las casas blasonadas de este linaje y lugar del valle de Reocín, que le pasa como a Rocinante, que es antes y el primero de todos los del mundo. (Recuérdese que la Condesa Lobuna/Trifaldi dice que el nombre de Clavileño podría competir con el de Rocinante en conveniencia y que el caballo volador como Clavileño tenía precedente en un cuento oriental). Al Valle de Buelna le pasa lo que no le pasa a ningún otro valle de Cantabria, de España y del mundo: que es el Condado de Pero Niño y solar del apellido Quijano de Don Quijote. Para mí, como dije, el primer paralelismo Colón-Don Quijote es que los dos eran del linaje de Niño como el conde de Buelna.
¿Llega el paralelismo Colón-Don Quijote hasta el punto de que Colón hubiese podido dar un discurso a los indios como el de Don Quijote a los cabreros?
Me hago esta pregunta leyendo lo que escribió Don Rogelio Pérez Bustamante, catedrático de Historia del Derecho, sobre los procesos de Colón, Cortés y Pizarro, que considera "importantes documentos históricos sobre la perenne tensión que ha habido y hay entre la Justicia y el Derecho, entre el Poder y la Justicia". Y, tras estas palabras, sigue diciendo: "Colón, Cortés y Pizarro hombres de extraordinario temple, arruinaron sus vidas, gastaron sus últimos años sometidos a procesos hartos discutibles caminando por la pobreza, la indiferencia, el abandono y la incomprensión hasta su muerte.
¿Fue justa la actuación de la Corona, de los Fiscales, de los Jueces? ¿Fueron justas las pretensiones de Colón, Cortés y Pizarro? ¿Mereció la pena el desgaste físico y psicológico que sufrieron los tres en la persecución de lo que consideraban justo? ¿En qué medida pueden considerarse sus vidas y sus procesos como instrumentos de análisis para constatar la posición dialéctica entre Poder y Justicia? ¿Es probable que tales conceptos sean compatibles ya en un régimen absoluto, ya en una democracia?
Veamos, veamos.
La figura de Cristóbal Colón es oscura, hay muchos puntos por aclarar en su vida que se desconocen. Está claro que deseaba enaltecer sus orígenes, que no poseía una gran cultura, que era un agente de casas comerciales, que tuvo la suerte de codearse con personajes que le dieron pistas sobre el otro lado del océano y le aseguraron que si navegaba hacia occidente encontraría islas y tierra firme.
Colón negoció con el Rey de Portugal sin lograr un acuerdo. Después vende su proyecto a los Reyes Católicos y estos crean una empresa para acometer la aventura del Descubrimiento (...) los Reyes prometieron a Colón que si llegaba a las Indias por la nueva ruta lo convertiría en virrey, almirante y gobernador de las Indias, le prometieron también el monopolio de los viajes venideros y la décima parte de todos los beneficios económicos, una vez descontados los gastos de la aventura. Colón firmó lo que hoy se conoce como un pelotazo y al negocio se le llamó Capitulaciones de Santa Fe. Era un 17 de abril de 1492, muchas primaveras antes de que Colón se convirtiera en estatua.
Pronto se vió que aquello era muy gravoso para la Corona, aunque también se dieron errores y excesos en el gobierno de Colón hasta el punto que los Reyes le arrebataron la exclusiva colombina y sus cargos (...) La lucha de Colón y la Corona castellana comienza tras la destitución de aquél como Virrey y Gobernador General y el incumplimiento de las condiciones económicas e institucionales previstas en las Capitulaciones. Ello trae como consecuencia las reclamaciones de los asesores jurídicos de Colón y sus descendientes solicitando la devolución de sus cargos, la transmisibilidad de los mismos a sus herederos, la percepción de los bienes económicos previstos (...)
No nos ocuparemos de las quejas de Colón. Es profusa la documentación conservada hasta nuestros días en la que aparecen dolientes cartas que sólamente provocan el silencio del Rey Fernando (...) Colón llega a insinuar que la justicia era un cachondeo. O lo que es lo mismo, que sus quejas eran las de un arador del aire. Ara hasta que muere abandonado por el poder en 1506 (...) Pero su hijo Diego Colón hereda la perseverancia epistolar y los pleitos con la Corona (...) Los sucesores de Colón seguirán pleiteando hasta fines del antiguo régimen donde podemos contemplar a Jovellanos como defensor de Mariano Colón en el Siglo XVIII.
Los Fiscales de la Corona actúan como celosísimos guardianes de la soberanía de los monarcas. No admiten que la Corona pueda ser mermada ni política ni legalmente, contradiciendo las concesiones que le habían hecho e incluso discutiendo si Colón había sido el verdadero descubridor. Se discute la legalidad de los privilegios contenidos en las Capitulaciones y si alguien que no era castellano podía ejercer los derechos reflejados (...)
¿Hasta dónde llega el Poder, hasta dónde resiste el Derecho la pretensión del Poder de convertirse en omnímodo y absoluto? Vemos con estupefacción que la Historia nos asombra enseñándonos cómo el Poder es igual de ciego frente a la Justicia incluso en nuestros días.
La batalla entre el Poder y la Justicia siempre la perderá el Poder una vez trancurrido el tiempo (...) Fernando de Aragón actúa de modo miserable frente a las pretensiones de Colón ( ...)
No trato de rehabilitar la figura de estos personajes pero no se puede ocultar que jueces, fiscales e instructores no son más que meros serviles instrumentos del Poder. Llámese Fernando el Católico, llámese Felipe el Hermoso, llámese Carlos V, o, incluso, llámese Felipe II ejercen un poder absoluto, sin límites, sin garantías. Hoy el Estado de Derecho ha puesto en su sitio las piezas. Los procesos de Colón han durado más de dos siglos y manifiestan la pervivencia de la Justicia frente a la manipulación de los poderosos (...) Está claro que el poder, con democracia o sin ella es demasiado tentador. La tiranía del Poder, de los grandes grupos de presión, de las religiones organizadas, la pequeña o gran razón de Estado afectan a la Justicia ¿Qué hace la Justicia frente a esas presiones?
El desamparo de estos grandes personajes, al mismo tiempo llenos de gloria y de oprobio, que terminaron sus vidas en la desesperanza e impotencia, nos da una clara lección y es que la última sentencia, de inculpación o exculpación, está en manos de la Historia y la Historia siempre está abierta, abierta y sometida a revisión".
Don Quijote habla de la Justicia de los dichosos siglos dorados, se lamenta de las presiones a la Justicia de su tiempo y que la Ley del encaje se asentase en el entendimiento del juez, y leyendo esto, como decía, es por lo que me preguntaba si Colón se identificaría con el discurso que da Don Quijote a los cabreros, entre los que estaba el cabrero Pedro que no hizo caso de las "niñerías" cuando Don Quijote le rectificó por haber dicho mal la palabra eclipses y que nos recordaba a Pedro Niño, al Conde de Buelna, de quien su biógrafo dice que no hubo en Castilla en su tiempo mejor caballero que él y que era un hombre justo. ¿Lo fue Colón? ¿Ha dicho la Historia que lo fuese?
Es cierto que el personaje está todavía en revisión, que hay muchas cosas que se desconocen de su vida, que quizás no se le haya juzgado justamente, y que se cierne sobre él la existencia de un descubridor previo del que se benefició. Pero me parece mucha casualidad que este descubridor fuese a morir precisamente en su casa y que en una de las Capitulaciones se hable de lo descubierto por Colón antes de emprender el viaje de 1492 del descubrimiento oficial de América y por esto creo ahora que ese descubridor fue el propio Colón y que éste era del linaje de Niño. ¿Me darán la razón los historiadores alguna vez? ¿Me habría dado la razón un juez en diciembre de 1983 o los grupos de presión le habrían impedido dejar a algún rico y poderoso señor con el culo al aire?
Francamente no lo sé, pero si defiendo esta lectura del Quijote es porque creo que es buena y que mi lectura de entonces también lo fue. El poder sabrá por qué no me contestó.
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