Un pueblo que hace siglos se conocía como CEPHALOS, CÉFALOS o CEBALLOS creo que se merece un panteón en su cementerio como el de la necrópolis de POZO MORO (siglo VI antes de Cristo), cerca de Chinchilla (Albacete). Estaba situada en un cruce de caminos: el camino que unía Kart Hadtha (Cartagena) con Konbo o Compluto (Alcalá de Henares) y el Camino de ANIBAL. El Camino de Aníbal era a su vez parte de la "vía Heraklea o de Hércules", antiguo entramado de caminos que unía GADIR (Cádiz) con las costas de Levante remontando el Guadalquivir, para proseguir hasta el norte de Italia. Pozo Moro fue descubierto en 1970 y ha demostrado el origen oriental de la cultura ibera. Un monumento peculiar de esta necrópolis es la sepultura en forma de torre que erigió un rey ibero en el siglo VI a. d C. y sobre la base cuadrada un león esculpido en cada esquina. Por su técnica constructiva, por su ideología, y por reflejar una sociedad de tipo regio-sacro es un claro ejemplo del Periodo Orientalizante de la cultura ibera, origen de la misma.
Según el Diccionario IBEROS de Espasa:
"El monumento funerario de Pozo Moro refleja el influjo del mundo fenicio y la expansión hasta el sudeste y el Mediterráneo de la cultura orientalizante tartesia, Además, indica la existencia de una estructura social cuyo poder y referencia máxima, tanto política como religiosa, era el rey. Hasta el momento es el mejor exponente del paso de elementos culturales y artísticos orientales tartesios a la cultura ibera, antes de que ésta recibiera los influjos greco-orientales que iban a caracterizar la siguiente fase: las "Monarquías Heroicas".
