20 sept 2011

PARA QUE NO DIGAN QUE NO HE PINTADO NADA

Mis dos primeros cuadros


Ya saben lo que dijo Chesterton: "El temperamento artístico es la enfermedad que aflige al aficionado". Voy a ver si me fotografían mis collages con las colaboraciones de Tàpies y Genovés y la acuarela de Pozueta Escalante con el paisaje de las casas de San Andrés cercanas al desaparecido palacio de la reina Doña Urraca, hija del conquistador de Toledo y parte de Portugal, que tuvo un hijo con Don Pedro González de Lara, hermano de una de las abuelas de Santo Domingo de Guzmán. Se desconoce dónde estuvo ubicado el desaparecido monasterio de "San Juan de Ceballos" que llevó en dote la Infanta Doña Urraca, citada por Sancho en EL QUIJOTE, que fue abadesa del monasterio de San Román de Moroso, en el que murió, e hija de Garci Fernández y nieta de Fernán González, primeros condes de Castilla.


Una tendría que poner "Éste es gallo", como Orbaneja, el pintor de Úbeda, al cual -según Don Quijote-, preguntándole qué pintaba, respondió: "Lo que saliere". Tal vez pintaba un gallo, de tal suerte y tan mal parecido, que era menester que con letras góticas escribiese junto a él: "Éste es gallo" (cap. II,III), anécdota que vuelve a repetir en el capítulo II, LXXI.


A "la Ocasión la pintan calva" y con un copete de cabellos en la parte delantera de la cabeza como dice Don Belianís de Grecia, al que tanto favoreció la Fortuna, en los versos prologales del Soneto que le dedicó a Don Quijote. Habrá que aprender a pintarla.


¿A usted, lector, le gusta la pintura o es de los que al segundo bote ya le empacha?