27 mar 2009

¿Quién descubrió América?

Felipe II era bisnieto de los Reyes Católicos y , por tanto, de la generación de los bisnietos de los descubridores, y Don Quijote sacó las armas de sus bisabuelos y tenía un linaje de Buelna.

¿Reivindicaba el descubrimiento de América?¿Descubrió América un marino originario del Valle de Buelna (Cantabria) llamado Alonso Quijano como Don Quijote? ¿Era Niño el verdadero linaje de Colón?

Son muchos los historiadores que consideran el descubrimiento de América como uno de los capítulos más falseados de la Historia y todavía hoy es un misterio la verdadera identidad de Cristóbal Colón, que, por cierto, ni antes ni después del descubrimiento llevó en su escudo de armas el símbolo heráldico de su apellido Colombo o Colón, que es una paloma o palomo como su propio nombre indica.


El Colón histórico, el Colón del que hay documentos indubitables, es el Colón que llega un día al monasterio de La Rábida de Palos (Huelva), prepara el viaje de 1492 con los Niño de Moguer (Huelva), y muere en Valladolid en mayo de 1506. Todo lo anterior de su vida (lugar de nacimiento, padres, etc.) es oscuro, contradictorio, y opinable.

Don Quijote o Alonso Quijano dice en el primer capítulo de la Segunda Parte:

"ya no hay ninguno que saliendo deste bosque entre en aquella montaña, y de allí pise una estéril y desierta playa del mar, las más veces proceloso y alterado, y hallando en ella y en su orilla un pequeño batel sin remos, vela, mástil ni jarcia alguna, con intrépido corazón se arroje en él, entregándose a las implacables olas del mar profundo, que ya le suben al cielo, y ya le bajan al abismo; y él, puesto el pecho a la incontrastable borrasca, cuando menos se cata, se halla tres mil y más leguas distante del lugar donde se embarcó, y saltando en tierra remota y no conocida, le suceden cosas dignas de estar escritas, no en pergaminos, sino en bronces".

Es decir, que Don Quijote evoca a un descubridor fortuito de tierras remotas y desconocidas, coincidiendo con la tradición popular que desde el momento mismo del descubrimiento hablaba de un descubridor previo a Colón. El Inca Garcilaso dice en sus "Comentarios reales" que ese descubridor se llamaba Alonso Sánchez de Huelva y que se lo había oído contar a su padre cuando era niño. Según esto, este desconocido marino compartía su nombre de Alonso con Don Quijote y el patronímico Sánchez con la casa Sánchez-Quijano de Buelna.

Y son hechos irrefutables que el Almirante Pero Niño Laso de la Vega (1378-1453) fue el primer Conde de Buelna, que de su mismo linaje fueron los marinos Niño de Moguer, propietarios de la carabela "La Niña", que Colón preparó con ellos el viaje de 1492, y que el Inca Garcilaso de la Vega compartía su linaje con la madre del Almirante Pero Niño (Doña Inés Laso de la Vega) y con Doña Leonor de la Vega, madre del primer Marqués de Santillana (Don Iñigo López de Mendoza), con los que el padre del Inca estaba emparentado. Y precisamente todas las fuentes secundarias de la historia del descubrimiento de América sostienen que la empresa de Colón fue posible o se hizo realidad por la gran influencia ante los Reyes Católicos del gran cardenal de España Don Pedro González de Mendoza y Suárez de Figueroa, que era hijo del Marqués de Santillana y conocido como "el tercer rey".

Los defensores de la existencia de ese descubridor previo a Colón no dejan de recordar que en una de las Capitulaciones de Santa Fe se habla de “las tierras descubiertas por Colón en la Mar Océana” y por tanto meses antes de que saliese del puerto de Palos en agosto de 1492 y del descubrimiento oficial de América, de cuyo suceso se tendría noticia en España al regreso de aquel viaje en marzo de 1493. El sevillano Don Manuel López Flores, por ejemplo, recuerda también en su obra “Colón no descubrió América” que el Fiscal del Consejo de Indias dijo en los pleitos colombinos: "no ha sido el descubridor del Nuevo Mundo; el descubridor fue otro". Pero no dijo el nombre del verdadero descubridor.

¿Fue Alonso Sánchez de Bustamante? ¿Era Niño el verdadero linaje de Colón? Quien crea en El Quijote, tiene que decir que sí. Porque el linaje de Bustamante fue Señor del solar de Quijas de Reocín (junto a Santillana), que es al solar que nos remiten los nombres de Quijote y Rocinante como el de Belona nos remite al de Buelna, el Condado del Almirante Pero Niño Laso de la Vega, y el de Dulcinea o Dulce-Ana a la famosa tuerta Princesa de Éboli -Doña Ana de Mendoza Silva y de la Cerda- descendiente del Marqués de Santillana, acusada con Antonio Pérez del asesinato del montañés Juan de Escobedo, natural de COLINDRES, que, por cierto, compartía su linaje con Rodrigo de Escobedo, el escribano que viajó con Colón y los Niño y levantó acta de la toma de posesión de las Indias Occidentales en nombre de los Reyes Católicos el 12 de octubre de 1492.

Francisco de Bustamante era sobrino del mencionado Juan de Escobedo y la “señorita Colindres” un personaje del Coloquio de los Perros, de esta novela ejemplar de Cervantes en la que el perro Cipión dice del juego montañés de los bolos: "Digo, pues, que el verdadero sentido es un juego de bolos, donde con presta diligencia derriban los que están en pie y vuelven a alzar los caídos, y esto por la mano de quien puede hacerlo. Mira, pues, si en el discurso de nuestra vida habremos visto jugar a los bolos, y si hemos visto por esto haber vuelto a ser hombres, si es que lo somos".

La salida de Don Quijote obedecía a un trasunto previo, había en él ese mismo sentimiento reivindicativo que trasciende de las palabras de Cipión, pues dice salir porque no podían esperar más "los agravios que pensaba deshacer, tuertos que enderezar, sinrazones que enmendar, abusos que mejorar, y deudas que satisfacer".

¿Reclamaba el fortuito descubrimiento que convirtió a Cristóbal Colón nada menos que en Virrey de las Indias Occidentales mientras Alonso Sánchez se quedaba en el anonimato?

No se olvide que parte del "Coloquio de los perros" sucede en Montilla (Córdoba), donde vivió un tiempo el Inca Garcilaso, defensor de la historia de Alonso Sánchez, que los lobos de la historia resultaban ser los pastores, y que Berganza dice: "mis pastores y todos los demás de aquella MARINA (...) se llamaban Antones, DOMINGOS, Pablos o Llorentes".

A Rocinante le pasaba como al Reocín de los Bustamante: que era “antes y primero” de todos los rocines del mundo: “al fin le vino a llamar Rocinante, nombre, a su parecer, alto, sonoro y significativo de lo que había sido cuando fue rocín, antes de lo que ahora era, que era antes y primero de todos los rocines del mundo” (Cap. I). Y esto es lo que le pasa a Reocín en el Diccionario Geográfico de Cantabria de D. Pascual Madoz: que está el primero, antes y primero que Reocín de los Molinos y que cualquier otro Reocín posible del mundo. Basta abrir ese Diccionario para comprobar esta verdad, mientras que habría que reunir a todos los rocines del mundo, cosa imposible, para poder hacer afirmaciones como la de Don Quijote.

“Hoy a Quijote le corona el aula
Do BELONA preside, y dél se precia,
Más que Grecia ni Gaula, la alta Mancha”
,

dice el discretísimo académico de la Argamasilla en el Soneto que le dedicó a Rocinante. Don Quijote sitúa en una playa de la Montaña a un descubridor fortuito de tierras remotas y desconocidas -y no en una playa de Huelva- y montañés es el linaje de Don Quijote y no de Huelva o de la playa de Sanlúcar (Cádiz). Cuando el Cachopín de Laredo le dijo que no había llegado nunca a sus oídos el linaje de Dulcinea del Toboso, Don Quijote le respondió:
"¡Como eso no habrá llegado!".

Dado lo marinero del linaje de los Cachopines, fundadores de la villa de Laredo, creo que lo que no habia llegado a los oídos de este Cachopín, y que Don Quijote se reservaba, era la verdad del descubrimiento de América.

"El Toboso, un lugar de La Mancha", dice Don Quijote en el Capítulo XIII en el que se encuentra con el Cachopin de Laredo, y El Toboso está en la provincia de Toledo, donde se establecieron importantes ramas de los Bustamante y de los Niño, y no de Quijano, como la de Alonso de Bustamante, padre de María de Bustamante, mujer de Gabriel de Espinosa, es decir, de un caballero llamado como el falso rey Don Sebastián de Portugal ejecutado en Madrigal (Ávila) en agosto de 1595. De su mismo linaje fue aquel Juan de Espinosa, criado de Pero Niño, y el posterior criado y testamentario de Cristóbal Colón de su mismo nombre que aparece en el codicilo que otorgó en Valladolid ante el escribano Pedro de Hinojedo poco antes de morir. Y en la provincia de Toledo, en La Puebla de Montalbán, la patria de Don Fernando de ROJAS, el autor de la Melibea o Celestina, murió Don Diego Colón, hijo del descubridor, casado con Doña María de Toledo Rojas.

La alusión al andaluz Barahona Soto tras mencionarse el Catay, la tierra a la que Colón creyó haber llegado cuando pisó tierra americana, se explica porque tradujo a Ovidio como Jorge de Bustamante, a quien le cupo la gloria de ser el primer traductor al castellano de Las Metamorfosis, y porque tanto él, como el también aludido Lope de Vega, fueron continuadores de la historia de Angélica del Orlando de Ariosto, personaje que era sobrino de Carlomagno como Rodrigo de Bustamante, a quien se ha atribuído la fundación del mayorazgo de Bustamante de Quijas de Reocín. ¿Qué mejor capítulo para aludir al Catay o India oriental que el mismo en el que Don Quijote evoca al descubridor de tierras remotas y desconocidas desde una playa de la Montaña o actual Cantabria y se alude a un poeta de ascendencia montañesa como Lope de Vega?

El hidalgo era amigo de la caza como lo fue también Don Diego de Rojas, a quien mataron a lanzazos unos corsarios en Burgos precisamente un sábado por la tarde cuando venía de cazar, convirtiéndose aquel sábado para los Rojas, lógicamente, en un día de duelos y quebrantos, noticia que nos da Don Pedro de Ayala en la Crónica del rey de Enrique III de Castilla, hermano de leche de Pero Niño, y que recoge también el biógrafo de éste en El Victorial. La viuda de Don Diego de Rojas -Doña Leonor de Alburquerque, hija del Conde de Alburquerque y de Doña Beatriz de Portugal y Castro- se casó poco después con el Infante Don Fernando de Antequera. Éste nació en Medina del Campo, era hermano del mencionado Enrique III, y fue rey de Aragón (1412-1416) tras la firma del compromiso de Caspe. Pero Niño se encontró a uno de aquellos corsarios que mataron a Don Diego de Rojas sirviendo a Benedicto XIII (El Papa Luna, de la casa de Aragón).

El manuscrito arábigo de la historia de Don Quijote apareció en Toledo y el del Quijote de Avellaneda en Aragón, y en Zaragoza el rey moro Marsilio tuvo cautiva a Melisendra, hija putativa de Carlomagno, que, en cuanto tal, era prima de Rodrigo de Bustamante y del Orlando del italiano Ariosto, obra que traducía al castellano el aragonés Jerónimo Jiménez de Urrea, que es el Capitán aludido en el escrutinio de los libros de Don Quijote: "aquí le perdonáramos al señor Capitán que no le hubiera traído a España y hecho castellano (...) Digo, en efecto, que este libro (el Orlando de Ariosto), y todos los que se hallaren que tratan destas cosas de Francia, se echen y depositen en un pozo seco, hasta que con más acuerdo se vea lo que se ha de hacer dellos" (Cap. VI).

En cuanto a Las lágrimas de Angélica del andaluz Barahona Soto, se dice:

"Lloráralas yo -dijo el Cura en oyendo el nombre- si tal libro hubiera mandado quemar; porque su autor fue uno de los famosos poetas del mundo, no sólo de España, y fue felicísimo traductor de algunas fábulas de Ovidio".

El linaje de Bustamante está en El Quijote de forma expresa en la Historia del Cautivo (Cap. XLI), cuando uno de los cautivos llama tío en Vélez-Málaga a Pedro de Bustamante y éste a él “hijo de mi hermana”, y malagueño creo que era Barahona Soto, que estuvo en el Protomedicato de Guadalupe como Benito Bustamante de la Paz, éste médico, profesor de Lógica y rector del colegio español de Bolonia, que tradujo al castellano los Aforismos de Hipócrates mencionados en el Capítulo II, XLVII, es decir, cuando el médico Pedro Recio Agüero de Tirteafuera no dejaba comer a Sancho y éste recibe una carta de un Duque diciéndole que sabia por espías verdaderas que unos enemigos pensaban darle una noche un asalto furioso para matarle, y que entiendo que es un remedo de la carta que escribió Don Fernando de Toledo, el Duque de Alba, a Don Juan de Austria, entonces Gobernador de los Países Bajos, o en defecto de éste a su secretario Juan de Escobedo. A quien, en efecto, mataron una noche entre cuatro, después de haber sufrido varios intentos de envenenamiento, y por cuyo asesinato fueron inculpados Antonio Perez, el secretario de Felipe II, y la Princesa de Eboli, Doña Ana de Mendoza, que aspiraba a que una de sus hijas reinase en Portugal.

El linaje de Barahona está en la toponimia americana, testimonio de su presencia en el descubrimiento o en la conquista, pero no con la profusión que lo está el de Bustamante. Un linaje que dio hasta juristas en América que dieron nombre al moderno Código de Bustamante. Y con este linaje, como dije, estuvo también emparentado Juan de Escobedo, pues era tío de Francisco de Bustamante, y éste a su vez primo en segundo grado de Diego de Bustamante, testigo cualificadísimo en el proceso contra Antonio Pérez, pues vivía en su casa cuando era un joven estudiante y más tarde le sirvió en la cárcel de los Manifestados de Zaragoza cuando estaba preso allí. Ante el inquisidor Don Pedro Pacheco declaró ser hijo de Pedro de Bustamante, Señor del solar de Quijas de Reocín, en las montañas bajas de Burgos, a media legua de Santillana.

"Vi los franceses blasones
de los fuertes Bustamantes,
que reyes no fueron antes,
descienden de emperadores"
,

dicen las casas blasonadas de los Bustamante de Quijas de Reocín.

Parece que nadie reparó en que a un marino que tiene más de Vaca que de Cabrera Bobadilla, que tiene parientes en el Alentejo portugués, que su padre se llama Domingo y se apellida falsamente Colombo o Colón/Palomo, que le iría muy bien la dieta u olla de Don Quijote. Recordémosla:

"una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos" (Cap. I).

“el viernes 15 de febrero, al amanecer, un cierto Ruiz García del puerto de SANTOÑA vio, desde lo alto, tierra al lesnordeste. Los pilotos y marineros opinaron que se trataba de la roca de Sintra, en Portugal, pero el Almirante sostuvo que se trataba de las islas AZORES”.

(Fernando Colón. Historia del Almirante. Cap. XXXVII).

El propio Almirante dice en su Diario de a bordo: "En la mañana del lunes, después de fondear, supe por sus habitantes que se trataba de la isla de Santa María" (la más oriental de las Azores). Y precisamente en las Azores es donde dice la tradición que vino a recalar Alonso Sánchez tras un penoso viaje de regreso y dio cuenta de su increíble aventura. La verdad es que de no haber vuelto, nada se habría sabido del suceso y malamente podría evocarle Don Quijote.

El francés Cucere dice en las “Antigüedades de la pesca del bacalao” que Alonso Sánchez era de SANTOÑA, es decir, que lo hace montañés como lo es también el linaje de Don Quijote, para cuyo rocín no habría un nombre más apropiado que el de Rocinante, que es lo que le dice Sancho a la Condesa Trifaldi o Lobuna, llamada así porque en su Condado “se criaban muchos lobos” (y Lombera o Lobera y Lobado son poblados del Condado de Buelna de Pero Niño), contestándole entonces la Condesa que el nombre el de Clavileño el Alígero, en cuanto a conveniencia, podría competir en propiedad con el de Rocinante, pues era un caballo volador de madera o leño con una clavija en la frente para gobernarse (Clavija-leño=Clavileño), como a Rocinante se le llamó así por ser “antes y primero de todos los rocines del mundo” (Rocín-antes= Rocinante). En este Capítulo II, XL se dice de este caballo que “hoy está aquí, y mañana en Francia, y otro día en Potosí”, es decir, en América, en Méjico, donde hay dos municipios Bustamante en el estado de Chamaulipas, y otro Laredo, y las Nuevas Provincias de Santander y Vizcaya, etc. Y creo que para un Bustamante de Reocín también le era apropiado un rocín llamado Rocinante como a Don Quijote, o un Clavileño a Pero Niño, el Conde de Buelna, dada la ascendencia en la casa real francesa de Anjou que le da su biógrafo y que Clavileño era un invento del sabio Merlín que le prestaba a su amigo Pierres (un conde francés): “prestósele a Pierres, que era su amigo, con el cual hizo grandes viajes, y robó, como se ha dicho, a la linda Magalona”. Sancho a Magalona la llama señora Magallanes, y éste, como es obvio, es el linaje del célebre marino portugués que navegó para los reyes de Castilla y descubrió el famoso Estrecho americano que lleva su nombre, y el Conde de Buelna, como es sabido, tuvo que refugiarse un tiempo en Bayona (Francia) tras su matrimonio secreto con Doña Beatriz de Portugal. Es decir, que Alonso Sánchez podría ser un Bustamante Niño, pues no sabemos si la abuela paterna de Pero Niño fue una Bustamante, por ejemplo, ni si fue una Bustamante la madre de Alonso Niño (sobrino del Conde de Buelna, que poseyó durante un tiempo los estados de Buelna según se deduce de varios documentos, lo que explica que el discretísimo académico de la Argamasilla se acuerde de Belona cuando dedica los versos a Rocinante, y al tiempo de Gaula y Grecia, ya que Buelna es el solar más antiguo de los Cefalios o Cevallos, que es el plural del griego Céfalo/Cabeza (Cefas-leo= Piedra del Sol), sinónimo de primero o principio:”ir en cabeza”, “encabezar un escrito”, “cabeza de familia”, etc., y por eso están en Buelna las famosas Estelas gigantes o Rueda de los Cevallos, que en la de Zurita se ilustra con los mitos griegos de los Dióscuros -Cástor y Pólux- y de Prometeo encadenado).
Don Quijote dice que “entró en aquella montaña”y parece que el bosque del que había salido no puede ser otro que el llamado “Bosque de Oriente” de la Champaña francesa, desde donde escribían a Pero Niño sus amigos de la orden de la “Dama Blanca”.

El francés Cucere habló de Santoña y, al ver cómo se desarrollaron los hechos, parece que acertaba más que ninguno, pues, sin ir más lejos, de Santoña era Juan de la Cosa, autor de ese Mapamundi que incluía ese Nuevo Mundo que descubrió con Colón, los Niño, Sancho Ruiz de Gama, etc. en 1492. Le llamaban “Juan Vizcaíno”, no sabemos si por ser hijo de una Haro, por ejemplo, dado que este linaje se titulo “Señor de Vizcaya” y cierta Elvira de Haro era lindera de sus propiedades (véase documentación de la casa de Velasco) o por sus navegaciones por el Golfo de Vizcaya.Y en la Bahía de Santoña están los pueblos de Colindres, Escalante, Gama, etc. y de este pueblo de Gama viene el apellido de su mismo nombre, que es el del portugués Vasco de Gama, natural del Alentejo y que suponemos que alguna vez comería lentejas como Don Quijote. Además de su nombre, sucede que Berrio es un pueblo vasco, que una de las cuatro naves que llevó a la India se llamaba “El Berrio” y que Berria se llama el arenal y playa de Santoña. El Berrio lo pilotaba Nicolau Coelho. No deja de ser curioso que me encontrase con el apellido Berrio al estudiar el apellido Meneses, por vínculo con éste, y que el portugués Vasco de Gama sucediese a un Meneses como Virrey de la India (Meneses está en la provincia de Palencia, cerca de la frontera con la de Valladolid, y era el linaje de la mujer del rey Fernando I de Portugal, tío de la mujer de Pero Niño, Doña Beatriz de Portugal). Desconozco cuántas generaciones llevaba la familia de Vasco de Gama en el Alentejo portugués, pero creo que su nombre habla por sí solo de sus orígenes. Entiendo que al descubridor Alonso Sánchez le hayan relacionado con Santoña y también con el el País Vasco francés (Bayona, San Juan de Luz y Biarritz). Vasco de Gama fue el héroe del portugués Camoens, el autor de Os Lusiadas, de quien iban a representar una égloga los zagales y pastoras con los que se encontró Don Quijote tras salir de casa de los Duques, junto con otra del toledano Garcilaso:






“Traemos estudiadas dos églogas, una del famoso poeta Garcilaso, y otra del excelentísimo Camoes, en su misma lengua portuguesa, las cuales hasta agora no hemos representado” (Cap. II, LVIII).


Don Quijote había dicho unos versos de una égloga de Garcilaso en casa de Don Diego de Miranda:


“¡Oh dulces prendas, por mí mal halladas,
Dulces y alegres cuando Dios quería!”
(Cap. II, XVIII)

Y allí se ciñó ”su buena espada, que pendía de un tahalí de lobos marinos” y alude a los cinco calderos, el símbolo heráldico de los Calderón, linaje que también dio almirantes a la marina. El símbolo del escudo de Santoña, donde nacieron algunos Calderón, es una nave entrando en el puerto rompiendo la cadena que lo cerraba desde el castillo. El marino evocado por Don Quijote, más que en un batel, arrastrado por una tempestad desde una playa de la Montaña, parece que hubiese volado sobre Clavileño aquellas más de tres mil leguas que le separaban del lugar en el que desembarcó.

Don Quijote tenía un lunar con cerdas (Cap. XXX) como el Infante Don Fernando de la Cerda, hijo del rey Alfonso X el Sabio, monarca que a su vez fue padre de un hijo bastardo llamado Alfonso o Alonso “el Niño”. Don Quijote dice que podría ser que el sabio que deslindase bien su parentela y descendencia podría hallarle ser quinto o sexto nieto de rey (Cap. XXI) y Pero Niño era de la generación del rey Enrique III y Alfonso X el Sabio quinto abuelo del mismo (Alfonso X- Sancho IV el Bravo-Fernando el Emplazado- Alfonso XI- Enrique II- Juan I -Enrique III). Y Fernando Colón dice que el Almirante procedía de sangre noble e insinúa una posible ascendencia real como Don Quijote. Cristóbal Colón era de la generación de la reina Doña Isabel la Católica, a su vez nieta de Enrique III, monarca al que crió Doña Inés Laso y por lo que su marido, Juan Niño, recibió la merced del Señorío de CIGALES (Valladolid) y otras tierras de la Bureba burgalesa.



Don Luis de la Cerda, duque de Medinaceli, descendiente del rey Sabio y de San Luis de Francia, acogió a Colón en su casa de Sanlúcar o castillo del Puerto de Santa María, durante dos años, incluso estaba dispuesto a financiar por su cuenta su empresa, y a él entiendo que es a quien se llama “caco de la playa de Sanlúcar” en el Capítulo II: “Viendo Don Quijote la humildad del alcaide de la fortaleza, que tal le pareció a él el ventero y la venta (...) Pensó el huésped que el haberle llamado castellano había sido por haberle parecido de los sanos de Castilla, aunque él era andaluz y de los de la playa de Sanlúcar, no menos ladrón que caco”. En aquella venta, que a Don Quijote le parecía castillo, pedía Don Quijote ser armado caballero. El Duque de Medinaceli se casó con una nieta del Marqués de Santillana.

“Cuando de BRETAÑA vino”, dice el romance de Lanzarote que Don Quijote le cuenta al Cachopín de LAREDO, “tan sabio romance, y tan decantado en nuestra España”, le dice (Cap. XIII). El hidalgo manchego se puso el nombre de QUIJOTE para expresar con él “muy al vivo su linaje” y acomodar su historia al viejo romance de LANZAROTE: “la fuerza de acomodar al propósito presente este romance viejo de Lanzarote ha sido causa que sepáis mi nombre antes de toda sazón", dice en el Capítulo II. (hizo terminar su linaje en OTE como el nombre de Lanzarote -Quij-ote- cuya raíz sirve tanto para Quijas como para Quijano, Quijada, etc. Y resulta que al final dice que ya no es Don Quijote sino ALONSO QUIJANO y que el solar madre de este linaje es el Valle de BUELNA, el Condado del Almirante Pero NIÑO.
Lanzarote tuvo amores con la mujer del rey, contraviniendo la orden de Caballería (de no comer pan a manteles ni con la reina folgar). ¿Tuvo amores algún NIÑO con una reina? ¿Quién tenía más razón que ALONSO SÁNCHEZ para reprocharle al Duque de Medinaceli la gloria que se llevó Colón? Alonso Sánchez tenía padre y madre como todo el mundo y entonces a veces se usaba en primer lugar el apellido materno, o de otros ascendientes, y todo dice que Alonso Sánchez era de los linajes de Niño y Bustamante. La reunión de Belona y Rocinante que hace el académico de la Argamasilla no tiene mejor explicación que ésta. En un relato de “Las mil y una noches” existía el precedente de un caballo volador como Clavileño, relato que conocía Doña Blanca de Francia, mujer del Infante Don Fernando de la Cerda. ¿Pudo hacer ésta alguna niñería o Doña Violante de Aragón, mujer del rey Alfonso X el Sabio? ¿Por qué tenía Don Quijote un lunar con cerdas, característica que dio nombre al linaje de la Cerda?

Alfonso X el Sabio nació en Toledo el 23 de noviembre de 1221. Era hijo del rey Fernando III el Santo y de Doña Beatriz de Suabia. Sucedió a su padre como rey de Castilla y León a los 31 años (Sevilla, 1 de junio de 1252). En el año 1249 se había casado con Doña Violante de Aragón, hija de Jaime I el Conquistador. De este matrimonio nacieron diez hijos. El primogénito fue el Infante Don Fernando de la Cerda, que murió en vida de su padre, por lo que heredó el trono su hermano Sancho IV el Bravo, pese a que el rey otorgaba el reino a su nieto Infante Don Alonso de la Cerda, que estaba bajo la tutela del rey de Francia.

¿Descendía Alonso Sánchez de aquel bastardo del rey Sabio llamado Alfonso o Alonso el Niño?